Una tarde que estaba llamada a ser triunfal terminó en sonado escándalo con el público puesto en pie y reclamando a sus autoridades por el ganado que se lidió en el serial que no estuvo en el sentir del público chotano a la altura de su feria.
Con gritos de estafa - estafa reclamaban aquello y también la designación de los triunfadores de la tarde en los rubros de mejor ganadería, que se concedió a El Olivar y triunfador de la feria al Peruano Roca Rey, voces pedían que fuera declarado desierto en lo primero y al unísono la plaza entera que tuvo un lleno de bandera reclamaban a El Fandi en lo segundo. Siendo que el granadino salió a hombros, porque le correspondió al desarejar al quinto, y lo hizo con el público entregado que no se movió de sus asientos y coreaban Fandi - Fandi a viva voz.
Y es que ese hizo caso del dicho de que no hay quinto malo y salió alegre con ganas de embestir aunque por su poca fuerza Fandi debió trastear con mimo. El toro se empleó de salida y empezamos a sentir un cambio de sino. Y así fue, saludo capotero por bajo y el toro seguía el percal. Fue picado pero tumbó al caballo y el piquero quedó salió, evidentemente conmocionado y hasta herido supimos después. Tras eso Fandi ordenó que se tapen todos y con los palos y un toro que galopaba al cite se lució el granadino en 4 pares de banderillas que hicieron delirar al gentío que llenó la plaza. Ya con la muleta y tras el brindis al respetable Fandila trasteó con mimo a media altura en series cortas que calentaron los tendidos y abrochó todo con un espadazo que hizo rodar sin puntilla al toro y los pañuelos y las voces exigieron las dos orejas que paseó entre el delirio de la gente. Ídolo total en Chota.
Con su primero sucedió lo que con los otros del hierro de San José del Monte, que salieron con bonitas hechuras, buena forma y poco contenido. Salían atontados de chiqueros, cosa extraña, y se empleaban por abajo y con las fuerzas justas que los hacían rodar, y tras varas aplomarse. El gentío gritaba ¡estafa!
De ahí que Rafaelillo nada pudiera mostrar sino ganas de estar y robar algún muletazo a media altura pero en faenas de abrevie. Y que Andrés Roca Rey en su primero, que también quería embestir pero no podía, oficiara de enfermero, cuidando los tiempos, las alturas, las distancias y los toques para cual titiritero construir breve faena que fue aplaudida.
El sexto del hierro titular salió y se movió un poco más en el capote de Andrés que dejó buenas verónicas hasta los medios pero tras varas dobló manos y el palco no dudó en devolverlo a corrales. Salió un sobrero de Santa Rosa de Lima que tampoco cambió la tónica del comportamiento extraño que tuvieron los toros en la tarde. Y eso se me antoja un tanto extraño. Que seis de 7 toros en dos hierros parezcan atontados, sin fuerzas, como mareados, y terminen prontamente aplomados, para mí es más que extraño. Y ahí lo dejo.
La historia contará y juzgará esta feria de los 50 años del coso El Vizcaíno hasta eso, también tendrá que contar que David Fandila 'El Fandi' ya es un ídolo en Chota.