El nuevo presidente de Francia Emmanuel Macron expresó su reconocimiento a la importancia de los espectáculos taurinos. La declaración la efectuó atendiendo una entrevista del periódico regional La Provence en la que sintetizó su pensamiento sobre esta manifestación cultural:
"Estoy opuesto a la prohibición de la tradición taurina. El toreo es una parte integral de la cultura y la economía de Francia, incluyendo el turismo en las regiones del sur. Soy como tal opuesto a la prohibición en los territorios de tradición taurina".
La declaración de Macron –el presidente de Francia más joven de la historia- representa una señal importante para la actividad taurina internacional a la que se agrega la designación de la ex rejoneadora María Sara como candidata para la legislatura francesa en las elecciones que se realizarán en junio. En Marche!, el partido del presidente Macron, promueve el nombre de la torera para un escaño en representación de la circunscripción de Gard, del sureste francés.
En Francia la afición a los toros se remite a la Edad Media en especial en ciudades y poblados de los doce departamentos de la zona sur.
La larga historia taurina francesa señala que la primera corrida moderna se celebró en la plaza de Bayona el 21 de agosto de 1853 con la presencia del emperador Napoleón III; de allí en adelante la fiesta de los toros creció con la construcción de plazas, formación de ganaderías y el surgimiento de un importante grupo de toreros de esa nacionalidad.
Desde hace más de medio siglo mayor jerarquía y difusión han adquirido las tradicionales ferias de Nimes, Arlés, Béziers, Alès, Bayona, Dax, Mont de Marsan; entre otras.
Se estima que cada año participan de las corridas de toros más de dos millones de personas.
