Fue una ilusión que me
asaltó desde que los novilleros Roca Rey y Galdós fueron anunciados en San
Isidro 2015. Y gracias a la gestión del
matador Gómez Escorial ante la Comunidad
de Madrid se pudo cumplir.
Fue para mí un gran honor
y una extraordinaria experiencia poder exponer en la Sala Cossío de la plaza de
toros más importante del orbe taurino, Las Ventas de Madrid, lo que es nuestro Perú taurino para que los
aficionados que se reunen en esta especie de ‘mundial del toreo’ puedan
conocernos más.
Y así fue, la oficina de asuntos taurinos de la Comunidad
de Madrid hizo propia la iniciativa,
incluso su director, don Carlos Abella, escritor, intelectual y gran taurino, pidió lo esperemos para presentar el acto a pesar de existir una
entrega de premios en otra sala venteña. Sorpresa y honor.
Los bajos del Tendido 6 nos cobijaron el mediodía del 18 de mayo, fecha
en que por la tarde toreó Andrés Roca Rey.
Tuvimos el auditorio lleno de aficionados interesados en conocernos, y prensa como Tendido Cero y Telemadrid cubrieron
el evento entre otros generalistas.
El maestro portugués
Víctor Méndez nos acompañó para contar su paso por Acho. Al concluir me dijo:
Ha sido un honor participar en un evento que ha puesto de manifiesto la
verdadera importancia y proyección de la fiesta de los toros en el Perú. También estuvieron los novilleros presentes,
hablaron del Perú taurino y lo que para ellos significa ser torero en nuestro
país; también participó el matador Jesús de Fariña para comentar la pasión que
se vive en toda la geografía nuestra por los toros.
Días después en los
patios de Las Ventas pude encontrar a don Carlos Abella y seguía emocionado por
el éxito del evento, el Perú está de moda en Madrid, me dijo.
Y es que las imágenes de
las plazas de toros del Perú ¡impactaron! por tiempo debieron ser escogidas y referenciales
según las regiones como símbolo de las más de 600 tardes de toros que se viven
cada año en las más de 220 plazas de toros firmes y los millones de personas
que ven este espectáculo en el país.
Perú,
pasión por los toros, así llamamos la
jornada que recibió una larga y sostenida ovación de parte de los taurinos
asistentes. Emoción. Y un deber, como
taurina y peruana, cumplido.