Defienden la cultur de paz con violencia. Axioma
antitaurino que vuelve a ponerse en el tapete ante la inminencia de la Feria
del Señor de los Milagros.
Piden esos
individuos al congresista Johnny Cardenas, el oficialista que se disfrazó de
payaso, que intervenga por ellos ante el Mininter y los acompañe en sus
marchas, de cara a la prensa. Y a la
Defensoría del Pueblo, en la persona de la Jefa de Derechos Humanos, que intervengan para evitar la represeión
policial de la comandancia del Rímac y El Potao y que les otorguen las
garantías correspondientes para sus manifestaciones en toda la feria nazarena
porque “es su costumbre de sus subalternos agredirnos, golpearnos y que el año
pasado tuvimos 4 detenidos”.
Ja ja ja y
no dicen por qué los detuvieron. Recordemos y que recuerde la Defensoría y su
jefa de derechos humanos que esos manifestantes apuñalaron un Policía
Nacional, infringieron daños a la
propiedad privada en vehículos e incluso incendiaron instalaciones de la plaza
de Acho y además faltaron al pudor al calatearse unas mujeres en frente de
miles de personas en los tendidos del coso, niños incluidos.
El caso es que tras las denuncias y
detenciones del año pasado no se sabe qué destino corrió el individuo signado
como responsable del apuñalamiento, si le dieron cárcel o salió libre. Y ahora vienen por más. Vienen a seguirnos pegando, agrediendo con
todo el riesgo para la integridad de las personas que tranquilamente acudimos a
un espectáculo que no está prohibido por la ley. Pero parece que a nosotros no nos asisten
derechos. Sólo ellos tienen derecho a
reclamar por sus ‘derechos humanos’… a apuñalar, entre otros. ¡Hasta cuándo!