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lunes, 1 de abril de 2013

Julián abre la Puerta del Príncipe en Sevilla

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Hoy me he sentido y expresado toreando y he disfrutado de la grandeza del toreo en un marco incomparable ¡Gracias Sevilla!".
(foto Mundotoro)
Es lo que declaró El Juli despues de su tarde más redonda que haya en Sevilla. Fue la del Domingo de Resurreción 31 de marzo del 2013  en la Real Maestranza de Sevilla. Cortó tres orejas pero pudieron ser 4 y rabo porque hubo petición. Y -cosa inusual- se fue a dos portagayolas...

FICHA. Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Corrida de Domingo de Resurrección. Lleno en los tendidos en tarde de lluvia y viento. Toros de Parladé (1º) y cinco de Garcigrande (2º, 3º, 4º, 5º y 6º), variados de hechuras. El mejor fue el quinto, ovacionado en el arrastre.

Morante de la Puebla bronca y silencio.
Julián López el Juli oreja con petición de segunda y dos orejas con petición de rabo.
José María Manzanares ovación y silencio tras dos avisos.
Incidencias: El Niño de Leganés tuvo que pasar a la enfermería para ser atendido de dos cogidas en la pierna derecha tras ser prendido al banderillear al quinto de la tarde.
                                                                   (Foto Aplausos)
Así lo cuentan los medios.

BURLADERO.COM Leccion de Juli la de hoy en Sevilla, ante dos buenos y exigentes toros de Garcigrande y Domingo Hernández, el madrileño abrió la Puerta del Príncipe de la verdad torera. Desde su paso al frente para irse a la puerta de los miedos, en ambos toros, se vio la disposición del macho alfa del toreo.

Al primero lo cuajó a base de toques magistrales en las series, la muleta aras de suelo, siempre en la cara del toro, siempre tirando de él en un ejercicio de temple infinito. La estocada pudo no caer en el sitio, cuestión de milímetros, pero la impresión fue la mejor. La lección de poder del segundo fue de escuela de toreros, desde la nueva visita a la puerta del valor, un quite donde hubo dos verónicas en que Juli toreó con todo, con la historia del toreo a cuestas, con medio capote porel al bero, con las plantas asentadas y el alma en los vuelos de la suerte cargada. Luego, a pesar de la cornada al Niño de Leganés, cumbre de una forma de entender la necesidad vital de ser figura. Luego con la muleta el lío fue enorme, siempre abrumando al toro, muleta por todos los lados, siempre plana, tras de cada muletazo el siguiente engarzado, el toro exigente por abajo, faena de mucha verdad, con la bamba arrastrando por el albero de Sevilla. La plaza rompió en el clamor de "torero, torero" para quien manda en esto, pero las palmas por bulerías suenan cuando las cosas llegan al corazón de la vieja Hispalis, y ahí llegaron los adornos, la verdad y la entrega de un torero de época. Puerta del Príncipe de una figura que pide su sitio en el olimpo de los que han sido gente grande en esto de hacer arte delante de un toro.

APLAUSOS.
Inconmensurable El Juli en Sevilla. Tres orejas, petición de rabo y Puerta del Príncipe para el madrileño, que ha protagonizado una soberbia actuación con capote y muleta frente a dos toros de Justo Hernández a los que cuajó de principio a fin. Se fue con ambos a portagayola, hizo sonar la música con la capa en su primero y realizó con los dos toros sendas faenas históricas, de máxima figura del toreo. El público, rendido ante tal exhibición de poderío, tocó las palmas por bulerías para Julián.