He tenido la suerte de ser sobrino de un genio en el toreo y en la vida. Hoy se cumple una década de tu partida, una década desde que no estás con nosotros y aunque no nos veamos Tito Antonio siempre estás presente en mi corazón y en mi mente. Todos los días de mi vida, cada mañana que me levanto, me enseñas al intentar seguir tu camino.
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