Por Pedro Abad-Schuster
Zaragoza, miércoles 13 de octubre de 2010. Más de media plaza. 5 toros de Valdefresno, fiasco ganadero, ganado descastado, alguno de puntas sospechosas, flojos y derrumbantes, rajándose a cada paso. 1 toro de Los Bayones, mal presentado, descastado, flojo. César Jiménez: ovación, silencio. Matías Tejela: silencio, silencio. Serranito: silencio, silencio. El video de la corrida no está disponible.
Y diestros que, sin poner más que lo justito de su parte - siempre al hilo, sin jugársela francamente, buscando alivios o toreando de fuera a dentro, o periféricamente - para ver si en las agonías premortem sacaban una tanda que levantase un leve clamor de aprobación.
El 1º, un buey rajado de 627 kilos, negro bragado, meano y axiblanco, delantero de cuerna, largo, manso, soso, flojo y a menos. César Jiménez casi siempre al hilo, se lo fue metiendo para dentro desde fuera, mejorando algo en la tercera tanda a derechas, más desmayada. Por el zurdo, le faltaba viaje, a pesar de lo cual siguió metiéndoselo algo, y cogiéndolo desde delante, algo es algo. Fueron sus momentos más brillantes de la tarde. Con el 4º, de 515 kilos, negro, raro de puntas, con poca culata y mucho por delante, manso, descastado y mulo de carácter. El madrileño puso voluntad, con alguna nueva duda esporádica y largando bastante trapo. Sobre la sexta tanda el bicho acortó el viaje, revolviéndose y obligando a replantear los terrenos al espada, terminando por tardear y saliendo distraído.
Tejela fue el más breve de los tres. Con el 2º de la tarde sólo hubo seis tandas; con el 5º, el animal al menos humillaba ante un Tejela descolocado y periférico. Es verdad que el diestro le bajó la mano y le acompañó las paupérrimas embestidas, pero cuando le dio el primer natural en serio, el animal dijo que ¡hasta ahí podíamos llegar!
Serranito entró en el espectáculo en sustitución de Uceda, lesionado en la espalda. El 3º salió con poca clase y distraído y fue a peor. El 6º fue el sobrero de Los Bayones, un animal descastado, manso y flojo. Se llevó Paul Abadía Serranito un susto con el capote, saliendo desarmado en un frenazo del toro y arreón subsiguiente; pero se repuso, sacó casta torera y salió a brindare al público la muerte de la res. Y puso todas las ganas del mundo, y lo intentó frente a un animal cambiante, que se frenaba muchas veces a medio lance o a la entrada por el derecho y que acabó soltando algún gañafón. Menos mal que por el zurdo tuvo un par de tandas antes de comportarse como por el otro. Y ahí Serranito le bajó mucho la mano, lo cogió desde delante, llevándolo toreado para atrás, aguantando mucho las paradas del animal, con mérito evidente. Lo mejor, con enorme diferencia de todo el festejo. Quedó, a mi juicio, bastante por encima de la condición de la res, aunque lo construido se viniera abajo a medida que el toro se apagó y cambió de condición por ese pitón más aprovechable, que no bueno. El toro se quería echar antes de montar el estoque, le costó sostenerlo, y por fin le enjaretó un pinchazo desprendido, sonó un aviso, otro pinchazo y se echó definitivamente, poniendo punto y final a un espectáculo lamentable. Fuente: cope-Rafael Cabrera. Fotos: http://www.burladero.com/festejos/014620/zaragoza/octubre/feria/pilar