Por Pedro Abad-Schuster
La radio en vivo transmitió la corrida en internet desde la Nuevo Progreso de Guadalajara. Un avance muy importante para los aficionados cibernautas, todos los domingos alrededor de las 16.30 horas de Lima están disponibles los links (copiar y pegar) http://www.radioramadeoccidente.com/ (click en “radio ranchito”, “escúchanos en vivo 1”). Y desde la ciudad de México, a la misma hora a las 16 horas y a las 21 horas el resumen – desde el 7 de noviembre – en el link www.abcradio.com.mx
Domingo 17 de octubre 2010. Plaza Nuevo Progreso de Guadalajara. Entrada de un cuarto de plaza, en una tarde de azulado cielo, sin brizna de viento y calientito el ambiente.
El ganado de Marrón acusó romana conformando un sexteto de bureles regordíos, bien cubiertas las culatas, pobres de cabeza, astifinos de pitones, desproporción en cuanto a hechuras, varios anovillados de tipo, se vieron faltos de importancia y trapío. Reses escalereadas tanto por presentación como por cuanto a juegos, que cumpliendo en varas, llegaron al último tercio tan claros y nobles como faltos de casta y transmisión sin dar relevancia mayor. Hubo dos sobreros de regalo. El primero de San Diego de los Padres, propiedad del mismo criador, José Marrón, que resultó un dechado de bondad por su forma de meter el morro con fijeza, recorrido y son que a la postre, a petición de la masa espectadora, recibió el indulto, cuando lo más justo y conducente hubiese sido una muy bien merecida vuelta al ruedo en el arrastre. Y como segundo obsequio, un toro, éste sí con toda la barba con hierro de San Marcos, que desafortunadamente no tuvo un pase, estrellando la buena intención de Antonio Barrera por lucir.
Fue Barrera el primer espada que deseoso y con voluntad poco en verdad lució. No tuvo su tarde, vamos. Intentó, sí, destacar tanto de capa con verónicas y gaoneras rematadas con media y revolera, para darse en tres faenas con momentos muy aislados en un tenor de más a menos, destacando un macheteo al que abrió tarde con toreo por la cara y de pitón a pitón mostrando su buen oficio, pero, ni con el berrendo en cárdeno aparejado y botinero de mísera cornamenta, ni con el octavo, que fue el segundo regalo el sanmarqueño que lidió y mató, logró remontar, pintándole bastos la espada para escuchar el rechazo del cónclave.
Ignacio Garibay puso en éxtasis al público tapatío que no dejó de gritarle efusivamente, "¡torero, torero!" y tapizando el ruedo con sombreros y con todo lo que pudieron lanzar, producto de la pasión y emoción que emanó la faena de Garibay. Simple y sencillamente el diestro ha conseguido una tarde de apoteosis. Sucedió que las musas se hicieron presentes en el tercer toro de Nacho, que fue de regalo, propiedad de San Diego de los Padres, al que le ha hecho una verdadera obra de arte, cincelando muletazos de todo tipo de matices, bien embraguetado, llevando bien templado a su socio y de largo. El astado fue muy bueno y ante ello, Garibay aprovechó debidamente todas las condiciones del morito; ante el poema que Nacho escribía en la arena, la afición se desmoronó de pasión, lanzando sombreros al ruedo y gritando a Nacho la palabra que consagra: "¡torero, torero!" Fue toda una escandalera la que se vivió, parecía que la plaza se volteaba del paroxismo ahí vivido. Nadie quería que terminara la faena y comenzaron a pedir el indulto, que finalmente concedió el juez de plaza, ante el beneplácito de los asistentes. Al final, Nacho Garibay dio vuelta con el ganadero José Marrón y se despidió del público cargado a hombros. En su respectivo lote, Garibay ha estado por la misma tesitura, mostrando que hoy más que nunca es un torero principal, lástima que a ambos toros los pinchó. Ovación en su primero y vuelta en el segundo. Ahora, seguro que Nacho estará de regreso en las corridas de febrero, en este mismo coso.
Y amigo aficionado, ¡vaya pedazo de torero que es Octavio García “El Payo”..! Con empaque y planta que merecen vestir mucho mejor —terno celeste con pasamanería en azabache, cuando lo que vale es oro puro—, acorde a la categoría de artista que el rubio chaval es, ha refrendado para todos los que siempre hemos creído en él, su caudal de esencia y fondos toreros con los que se da tanto en su capote y en su muleta, que no así con la espada…Con el tercero de extraordinaria nobleza, simplemente lo bordó… La quinta esencia de su expresión marca sitio de privilegio, entendiendo a la perfección la condición del burel al que llevó empapado en la zarga, que nunca se la quitó de la cara, lo que le permitió ligar en forma extraordinaria, reponiendo lo justo, girando casi haciendo gala del quiebre de cintura y la elasticidad de sus muñecas, marcando los tiempos del pase y metiéndose al público en el puño. Ayudados por abajo con la diestra y al natural con la de cobrar embraguetándose, acompañando, llevando muy reunido, sin dar un paso de más, como tampoco de menos, dando estructura, desarrollo y potencia a sus series rematadas con oportunidad. En sus dos estuvo enorme con los magníficos cimientos de un toreo verdad con profundidad, hondura y garra, ahora que…Ahora que, con lo que anda perdido es con los estoques. Hubiese tocado pelo, sólo que no se pueden matar los toros como él lo intenta hacer. Perfilado, arranca dejando la flámula muerta en la cara del astado, alargando, sí, el brazo, pero sin pasarse en el embroque, lo que determina que pinche. Cosa de corregir, enmendar y afinar el procedimiento, que valor lo tiene a raudales. Cuando lo logre, lo deseo, lo confío y lo espero, será un triunfador absoluto en el que debe verse a una figura del toreo, toda vez que Octavio es, se siente y, fundamental, lo proyecta, que es un artista de excepción con un futuro prominente. (Fuente: El Informador- Francisco Baruqui / Esto OEM)