viernes, 1 de octubre de 2010

Fotos 2ª de Otoño. 4 lances de Talavante. Manzanares más que añorado.

Por Pedro Abad-Schuster

Madrid, viernes 1 de octubre de 2010. Tres cuartos de entrada. 6 toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación, flojos, con poca casta y clase. El 1ro fue el mejor, noble y boyante. El Cid: silencio, silencio. Alejandro Talavante: ovación, silencio. Oliva Soto (confirmación): palmas, silencio.

Talavante en los momentos de gracia es capaz de torear con hondura, profundidad y calidad en redondo, notables. Pesó la sustitución a última hora de un esperado –más que añorado- Manzanares, al que la lesión tendinosa ha terminado por cortar la temporada. Tarde abrileña de otoño, que consciente del ocaso de la temporada fue apenas agitada por la breve brisa de cuatro lances de Alejandro.

El confirmante Oliva Soto hubo de enfrentarse al primero que manseó en varas, fue noble y quizá hasta boyante en la muleta. No comenzó con mucho recorrido en el capote –tampoco se lo alargó el sevillano-, aunque lo lanceó con delantales y una preciosa larga en su quite. Al llegar al último tercio, tras brindar a la Infanta Elena, lo citó desde el platillo central, y le encauzó un par de series con el toro alegre y a la carrera, llevándolo toreado y metiéndoselo para dentro, en tandas en las que destacó un derechazo de verdadera clase. Pero no terminó de tomar vuelo la faena a pesar de la repetición noble del animal; un tanto despegado, con toreo periférico, no acabó de decir lo que debía al agradable público que cubría los tendidos de Las Ventas, en tandas más deslabazadas, a menos y con abuso del pico. Bajó bastante en la serie a izquierdas y acortó las distancias que había lucido antes, al retomar la diestra; y aunque corrió bien la mano en algún lance la falta de acople, lo despegado de su toreo no levantaron el nivel de lo apreciado. Desde fuera fue dejando, en su sempiterna cruz –la del torero, no la del toro-, un pinchazo caído, otro pescuecero y una estocada algo delantera y desprendida.

A Talavante le tocó el tercero, manso, soso de embestidas exiguas y poco generosas y sin clase, a media altura. No quería embestir al capote, en lo que pareció, por mitades, falta de casta o de fuerzas; pero al final acabó llegando a la muleta con algún gas: era ausencia de casta. Lo recibió Alejandro con estatuarios del montón, pero con un buen y ceñidísimo pase cambiado, a media serie, por la espalda; y lo que no tenía emoción alguna lo convirtió en otra cosa, ganándose al público madrileño, que desde entonces no paró de jalearle cualquier cosa. Luego, sin embargo, no mantuvo el tono emotivo ni el del toreo auténtico. Desde fuera y algo despegado, es verdad que se lo metía para dentro en los pases, pero sólo para ver como el bicho iba acortando su viaje sucesivamente en la repetición; todo a media altura. Gustó un natural al final de una tanda a siniestras, pero no fue un buen día para su zurda en general. Y a poco, a medida que el toro se fue apagando, con ello bajó el nivel de la faena. Pico, medio viaje del toro, embarques sobre el muslo retrasado y poca emoción antes de que el bicho se rajara tras las bernardinas, y le dejase ese recuerdo en uno de sus dedos izquierdos. Lo mató de pinchazo caído, entera desprendida y atravesada en la suerte de recibir pero con pérdida del trapo y dos descabellos, entre los que sonó un recado. Ni los más benevolentes llegaron a reclamar trofeo alguno, saliendo a saludar.

Para el sábado 2, el cartel es: Toros de Torrealta para Juan Mora, Curro Díaz y Morenito de Aranda. Para el domingo 3: Toros de Puerto de San Lorenzo para Diego Urdiales, Miguel Tendero y Alberto Aguilar, que confirma alternativa. (Fuente cope- Rafael Cabrera). Fotos: http://largacambiada.blogspot.com/ http://www.mundotoro.com/auxiliar/galerias2010/madrid011010/index.html