Ya les apunté aquí, más abajo, que aquel viaje fue la primera vez que salí a ver toros a las provincias del Perú y tal fue mi impresión ver la vitalidad de la fiesta allende las fronteras capitalinas que marcó un punto de inflexión en mi afición y me alegro de eso. Aquí les dejó la crónica de aquel viaje taurino, en lo que respecta al juego de los toros mexicanos, publicada en su oportunidad en la revista Alamares que editábamos por entonces, bajo la pluma del amigo y bibliófilo don Juan Elías Miletich.
... a nuestro criterio, en términos generales y con relación a la categoría de la plaza de toros de Chota, la presentación de los toros que se lidiaron en la Feria San Juan Bautista cumplió... es más, el rumbo de la feria cambió y adquirió categoría cuando irrumpió en la arena el primer toro mexicano propiedad de Celia Barbabosa. De salida remató en burladeros y luego fue abanto como es característico en animales de ese origen. El destino quiso que testificáramos la presentación en Perú de la antigua ganadería mexicana Santín, fundada en 1848 por Rafael Barbabosa Arzate, que tiene además el mérito de permanecer en manos de la misma familia hasta hoy. El primero de sus astados, "Catrín", permitió el éxito del azteca Antonio Urrutia, quien previo brindis a Magaly Zapata, le cortó una oreja y recibió el trofeo Centro Chotano de Lima a la mejor faena de la feria. Más adelante el español Carlos Pacheco desorejó a dos de ellos - una por vez- y logró el premio para el triunfador de la feria... También David Gil cortó una oreja a cada uno de sus enemigos de Santín y uno de ellos mereció la vuelta al ruedo por su bravura.
... a nuestro criterio, en términos generales y con relación a la categoría de la plaza de toros de Chota, la presentación de los toros que se lidiaron en la Feria San Juan Bautista cumplió... es más, el rumbo de la feria cambió y adquirió categoría cuando irrumpió en la arena el primer toro mexicano propiedad de Celia Barbabosa. De salida remató en burladeros y luego fue abanto como es característico en animales de ese origen. El destino quiso que testificáramos la presentación en Perú de la antigua ganadería mexicana Santín, fundada en 1848 por Rafael Barbabosa Arzate, que tiene además el mérito de permanecer en manos de la misma familia hasta hoy. El primero de sus astados, "Catrín", permitió el éxito del azteca Antonio Urrutia, quien previo brindis a Magaly Zapata, le cortó una oreja y recibió el trofeo Centro Chotano de Lima a la mejor faena de la feria. Más adelante el español Carlos Pacheco desorejó a dos de ellos - una por vez- y logró el premio para el triunfador de la feria... También David Gil cortó una oreja a cada uno de sus enemigos de Santín y uno de ellos mereció la vuelta al ruedo por su bravura.