Bolívar, corneado ayer, torea mañana. Ferrera, Tejela y el colombiano Luis Bolívar pasearán el ruedo venteño mañana." Yo se que tengo que derramar sangre pero el triunfo no me lo arrebata nadie", sentencia Bolívar con esa convicción de carbonero. Lo visité muy temprano en la clínica. Su pierna derecha vendada de la rodilla al tobillo descansa muellemente en el lecho de un cuarto silencioso y sin sobresaltos del piso tercero del sanatorio.
Un pantalòn corto de verano, una camiseta azul y unas ganas de vestirse de luces otra vez "porque esos olés que me pegaron el miércoles me alivian los dolores del cuerpo y esa oreja la apreté a mi pecho como se aprieta algo muy querido, muy especial", me dice y se le iluminan los ojos de un negro profundo con esa alegría del niño que habita en él y que sabe que solo jugandose la vida como lo hizo el miércoles le dará el pasaporte a figurón en un pelotòn de leones: julis, pereras,manzanares, castellas, ponces y un reducido etc,.
La noche española del jueves descansa en su hogar de Navalcarnero, un fisioterapeuta del Real Madrid hace su trabajo para ponerlo a punto y emprender ese largo camino desde la puerta de cuadrillas a los bajos de la presidencia, esa procesiòn sacralizada del rito , ese momento de tensiòn, de angustia, de miedos encontrados, de verdades que se apeñuzcan, se cuecen, se mascan.
Juanito Márquez lo empezará a vestir sore las 5 y media de la tarde, el coche de cuadrillas saldrà puntual y llegará a la Catedral (El Vaticano , argumentan los taurinos),para acompañar a Ferrera y Tejela con una corrida de Cortés ( Es un segundo hierro de Don Victoriano del Río ). Dios proveerá. Como anota Bolívar "que por mi no quede... El toro hará lo suyo y yo pondré el resto", matiza el joven espada del Valle del Cauca. (Tendido7)
