siguenos en facebook sígueme en Instagram siguenos en Twitter

domingo, 12 de octubre de 2025

Toros en La Razón nueva bitácora del viaje


TOROS EN LA RAZÓN (mi bitácora que puso punto y seguido a un viaje perseguido por el TORO TORO y la peruanidad lejos de casa)

https://larazon.pe/bitacora-una-vez-mas-madrid-lima34-y-la-peli-de-roca-y-don-antonio-bienvenida/


Bitácora: Una vez más Madrid, Lima34 y la peli de Roca y don Antonio Bienvenida

Por Magaly Zapata

Bitácora de viaje que escribo desde Madrid de mi periplo por la España taurina, profunda, desde el tren que me trajo de Asturias, días de gastronomía peruana constatada, vinos e historias para llegar a tiempo de pasar por taquilla y no perderme la del 5/10 del Otoño.  Toros de El Puerto de San Lorenzo y Fuente Ymbro. Cartel de expectación, plaza casi llena, apacible clima, pero no tan bonancible ganado para un cartel de gran atractivo.  El clasicismo de Uceda Leal, sin estridencias y alardes, cabal, medido, sobrio, justo en su expresión y técnica.  La quietud de Fortes, un tío que aguanta y traga, pasmosa torería, columna de verdad en la cara y en el terreno donde las cosas son más difíciles.  Y Victor Hernández, tuvo en su mano la llave de la puerta grande, Madrid se la entregó porque aprovechó escaso material y dio a la cátedra lo que gusta.  Puso en pie al tendido 7 con sus naturales desgajados y profundos, secos, espartanos, muy al aire del enjuto de Galapagar, torería profunda y ceñida. Valor y temple. La oreja que paseó fue la única en tarde de pinchazos hondos. Pudieron caer más con mejor acero por la entrega y capacidad de cada cual ante no tan exquisito material. Así es Madrid. Disquisición. Quizás torció su suerte. Quite a toro que no era suyo. Cornada. Enfermería. Y si hubiera apostado en el suyo 6º aunque fuera malo y feo de solemnidad quizás salía a la calle de Alcalá bajo el umbral de la monumentalidad que te aúpa a la gloria. En la retina me quedan los pitones cual agujas finas erguidos como velas encendidas de muerte, que claman en cada arremetida, no siempre embestidas. Por eso me gusta ver toros en Madrid. Amena tertulia con amigos afincados a la vera del Manzanares.  

Siguiente día, comida y tertulia con las neoyorquinas: Muriel Feiner, escritora, periodista y reportera gráfica afincada en Madrid; y Lore Monnig presidenta del Club Taurino de New York y mi querida Tere Bojilla en el restorbar Lima34 del amigo Rayner Meneses con su inmejorable piscosour “catedral” en la mejor terraza  barrio de Salamanca, no faltaron ceviches, chicharrones y tiraditos, altamente recomendable.  

La tertulia fue Acho y su inminente feria y la película: TARDES DE SOLEDAD. Para unos inmisericorde, para otros una poesía en filmografía.  Muda. No la había visto. Lo hice esa noche en casa de mi amiga Manuela. Impactante. Descarnada. Cruda. Muestra más que cuenta. Experiencia inmersiva, detallada, explícita, porque expone, evidencia, revela, destapa situaciones, hechos reales antes, durante y después de un día de corrida, ese devenir entre la soledad del toro y del torero. Quien la ve reflexiona, concluye. Pureza, emoción, sangre, violencia de la fiera ante la verdad del toreo: La muerte, sustancial momento de la existencia humana y animal. No se recrea en el arte de lidiar toros, Tauromaquia, no. Explora y expone una mirada intima, existencial y emocional de la corrida no como espectáculo sino como reflejo del alma y racionalidad humana ante la animalidad del toro. El toro, fuerza bruta de la existencia; el torero la conciencia que intenta darle forma, arte y sentido. Coreografía trágica y bella sobre la condición humana, la fugacidad del arte en la busca de trascendencia en medio del vacío, la soledad de existir. Serra te hace parte del duelo con su cámara, sonido e imágenes. Te conmociona. La violencia de cada embestida, la respiración en tus oídos, detalles mínimos, el tic en el ojo de Roca Rey en momentos de presión y tensión, algo que ni en el callejón se percibe.  Apenas palabras, regurgito del sentir conmocionado ante la muerte.  No deja indiferente a ninguno. 

FINALE. Víspera de volar recalé otra vez en Las Ventas, Sala Bienvenida; Arnás, Miguel Bienvenida y el maestro Esplá panelistas del  homenaje al gran don Antonio Bienvenida ante los 50 años de su partida. Un goce para el alma de todo aficionado, recuerdos de infancia y periodísticos de Arnás, de la familiaridad lindando en el inicio de profesional del sobrino y la sapiencia de quien sin estar estuvo como el maestro Esplá para poner en orden, técnica, andares, suprema facilidad y demás porque “hay que mirar la cadera, implica colocación de plantas, ritmo” hasta conseguir esa difícil facilidad con Señorío en su toreo. Torero de Lima y Torero de Madrid por excelencia. 106 tardes, 6 de ellas en solitario, cortando un total de 42 orejas. 11 veces por la Puerta Grande. En Feria de San Isidro sumó 39 corridas y cortó 11 orejas. Junto con Antoñete han sido los únicos matadores de toros en salir a hombros por la Puerta Grande de la plaza de Las Ventas en cuatro décadas distintas. 

Y así dejé Madrid, el toro a flor de piel, tanto como mi peruanidad. 

Enviado desde mi iPhone