Soy Magaly Zapata desde Arlés, Francia.
Se cumplió hoy domingo la primera parte del doble taurino de este 10 de setiembre con una novillada de Jalabert de buena condición, todos aplaudidos en el arrastre, a la que cortaron tres que bien pudieron ser más trofeos, que no fue aprovechada del todo acaso por la bisoñés de algunos de los novilleros sin caballos.
Inició la mañana Martín Morilla que se le vio bien con el capote, entendió al novillo, incluso conduciendo bien la zurda cuando era complicado porque se vencía pero falló con la espada entrando demasiado en corto y atacado. Perdió algún trofeo.
Simón Burriel tuvo un buen novillo de Jalabert codicioso y humillado pero con poca fuerza aún así y que pedía distancia que no siempre le dio el novillero se entregó con codicia. Saludo en los medios.
El sevillano Javier Zulueta me pareció el más cuajado de todos especialmente porque tuvo el novillo más complicado, no salía de las telas con facilidad iba agazapado y reservón. Nada fácil para un inexperto pero pudo conseguir faena esperando y embarcando bien colocado y templando cada muletazo, siempre dando la importancia a su estar. Gusto y claridad técnica. Y estocada hasta la gamuza. Oreja
El catalán Mario Vilau salió a revienta calderas con cuatro afarolados de rodillas seguidos de gaoneras. Al del quite Hernández le pega una voltereta. El novillo era desordenado en su embestida pero el novillero no supo dominar ni fijar en la muleta, por eso terminó a merced de la voluntad del animal. Varias veces intento levantarlo de la arena hasta que le hizo dar una fea voltereta hacia al final de la faena. Entra en falso y deja una espada trasera. Saludos.
Pablo Hernández de Pamplona tuvo un novillo que echaba la cara arriba lo metió en el percal en los medios. Muy quieto lo pasó con la muleta aunque no siempre por abajo como pedía la embestida y otros adelantando la suerte en el remate y en una tanda casi se lo carga. Apretaba mucho a los adentros y al torearlo en redondo lo cerraba demasiado complicándole el remate, dejándose ver. Dos entradas en la suerte suprema encimándose y oreja.
Cristian Restrepo es colombiano y alumno de la escuela taurina de Madrid. Ilusionó ver lo bien que toreó con el capote por verónicas, espigado y con gusto. Con la muleta la cosa cambió. El novillo era muy encastado y violento para embestir y no se acopló. Faena larga en la que hacía el final consiguió alguna serie de mano baja, sometimiento indispensable para domeñar la dureza de las arrancadas del novillo que en los remates le pisaba trastos. A la segunda deja la espada desprendida y pasea una oreja.
Una vez más me sorprende agradablemente la afición a los toros y a ver a novilleros incipientes del escalafón menor, sin caballos, y jugándose sus inicios ante un público generoso y receptivo, en un festejo serio y bien conducido desde el palco que presidió una dama. El abrasador sol que azotó la mañana arlesiana no impidió que disfrutáramos de ver bravos de la Camarga y torerillos que serán 'la next gen' en breve.
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