viernes, 22 de mayo de 2015

Bitácora Madrid 2015, día 9: Decepción

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Madrid Viernes 21 de mayo. Decepcionante fue la corrida de hoy en Las Ventas pero como siempre hay las de cal y las de arena, el día tuvo el agradable estar con el Tío Josemaría y con Tere que gentilmente nos invitaron a comer al Viña P de Plaza de Santa Ana.

Esta vez bajamos en Sevilla para entrar por una calle que circulamos anoche. La ubiqué por el letrero del hotel Santander… Mi hija va mejor ubicada que yo sin duda. Esperamos un tantito en una terraza con un capuchino, a manera de desayuno frente al teatro Lope de Rueda en la misma Plaza de Santa Ana.

Entramos y con un vermouth madrileñísimo como apertivio fue luego el motivo para que el tío me  llevara a ver en una de las paredes del local la foto del novillero
Galdós en el local, junto con otras de figuras.

Tras el previo, a pasar a comer por delante un tomate aliñado con algunos berberechos, lo que no conocía ni había comido jamás. Una especie de choro pequeñísimo, muy sabroso, y oportuno para esta ensalada. Platito de jamón, buenísimo, de esos que le suda la grasita y se deshace en la boca. Y
de fondo una paella. Tras el chupito de crema de orujo a tomar la calle otra vez y andando hasta Sol para volver a introducirnos al Metro camino al hostal para luego salir al Wellington a buscar un par de entradas para ir sola.


Corrida de expectación, lugar común. Ganadería para figuras, lugar común. Como común, o habitué fue el viento como protagonista de una tarde que pasará, o no, al olvido, pero que a mi me confirma mi desazón con la parroquia.

Ayer concedieron oreja a Castella con una espada en los bajos. Es que no se enteran que hay otros premios parece porque que yo sepa, una mal espadazo es demérito para no premiar una faena aunque haya sido buena. Hay otros premios consuelo en el toreo como una vuelta, saludos o una clamorosa ovación.

Hoy, con Manzanares, faena despegada y sin estructura, abusando del pico para abrir al toro que hasta en dos ocasiones le quiso
levantar los pies de la arena por recostarme mucho por el derecho, y por un señor estoconazo en el 5º, pañolada y premio. Oreja que fue protestada por el 7 y algunos más. En su primero, otra vez un sobrero (Charro de Llen) fue el que mostró más calidad al embestir y nobleza que el encierro titular de El Pilar, muy grandes y muy gordos, continente sin contenido. Apropósito, mal enlotados, el lote de Padilla evidentemente fue el jurásico, más de 600 kilos. No tuvo suerte, su primero sin fuerzas y el otro sin opciones, sin recorrido, arreando y poniendo en aprietos a todos. Qué decir de Perera, no se hayó tampoco hoy. Su primero sin fuerza y el último deslucido,
trasteó también despegado, apretándose en uno, el del medio de cada serie, por lo que fue muy recriminado por el 7. Cansó. Mal la cuadrilla incluso con el puntillazo.

Tarde que también tuvo al emérito y su hija… excesivo ya los brindos obligados, si SU MAJESTAD va a todas, o casi. Y creo que un tantito gafe… al menos en las que coincidí.

Madrid, Madrid, Madrid. A pesar de todo, me sigues conquistando con tus modos erráticos, con tu 7
indómito, con tu monumentalidad que acojona, con el taurineo que abruma y el glamour que seduce. Madrid, de toros hasta el lunes 25 que volveré para ver a otro peruano hacer el paseíllo en tu arena de primera.