domingo, 17 de agosto de 2014

Bogotá, día 12: Flamenco y apoyo de la afición‏




Santiago García Jaramillo

El día de hoy, Sábado 17 de agosto del 2014, era especial. Los novilleros a pesar de la desilusión de la reunión con el Alcalde no han desfallecido. Saben que Petro es intransigente, que le cuesta entender el valor de la Ley, y por ello no esperan más que el amparo que la Corte Constitucional próximamente puede fallar en favor de los taurinos.

Durante el día los apoyos no cesan en las redes sociales. Taurinos de todos los rincones del mundo, ponen sus fotos con el olé en las manos. Las figuras del toreo se van uniendo. César Jiménez toreó en Las Ventas con un ole en su capote, debajo del cual se leía #FuerzaNovilleros.

La noche cayó y silenciosamente empezó la Plaza de Santamaría a llenarse de taurinos. Jóvenes, peñistas, periodistas, ganaderos, dejaron de lado una noche de descanso para llegar a la Plaza de Santamaría. 

Estas reuniones curiosamente no tienen el aire de tristeza, incluso de rabia, que se esperaría en una huelga, en ellas se respira esperanza, alegría y vientos de libertad. 

Antes de empezar la velada, el Maestro Sebastian Castella envió un mensaje de “fuerza a esos chicos con alma guerrera y corazón valiente”. Y así empezó una jornada, donde al calor de los pasodobles los taurinos llegaron a la puerta de su plaza.

El momento más memorable de la noche, ocurrió cuando la mayoría de los asistentes tomaron los trastos para hacer toreo de salón. Uno a uno los aficionados, tomaron la muleta y brindaron al palco presidencial, que estaba conformado por los valientes novilleros en huelga. La periodista y ganadera Arritokieta Pimentel, tomó los tratos para brindar a los novilleros y sentenciar que “esta plaza unidos la vamos a abrir”.

Pero el momento más emotivo de la noche se dio cuando el hijo de Wilmer Villamil, uno de los novilleros en huelga de hambre, tomó los tratos, y brindo a su padre. Este niño de escasos diez años, nos llenó a todos de emoción cuando dijo “brindo a mi padre que me enseñó a amar la libertad”.  Este niño ha estado separado de su padre ya por 12 días. Su padre no desfallece, pues dice que sin toros no tendrá sustento para su familia.

El optimismo reina, a pesar de la debilidad de los novilleros que completan 12 días en huelga de hambre. Un grupo flamenco llegó para cerrar la noche, aunque ya algunos de los novilleros se encontraban vencidos por el sueño, y hacerla más corta en medio de este frío bogotano.
Crece la expectativa ante el fallo de la Corte Constitucional, por ratos no parece una reunión de taurinos y toreros sino de abogados, pues el tema jurídico ha tomado preponderancia en este escenario. 

La secretaria de Cultura de Bogotá, Clarisa Ruiz, publicó, hace unos años, un libro que titula “palabras que me gustan”,  los taurinos sólo queremos que comprenda y respete que a nosotros nos gusta la palabra LIBERTAD.