domingo, 3 de marzo de 2019

LIMA. Vaya faena de Samuel con un gran San Simón indultado

@magalyzapata
Ayer vivimos una tarde sensacional en el Torokuna al Sur de Lima. No fue por cantidad, fue por calidad. Aveces no es necesario seis si con dos novillos-toros, que fueron de San Simón, son suficientes para hacernos vivir y sentir el TOREO.  

Así en mayúsculas porque mayúsculo fue el triunfo del novillero Samuel Calderón ante el quilmanense, de orejas y rabo tras indulto.  Su buen estar, con gusto y con torería no exenta de capacidad para resolver, citando, embarcando y vaciando con temple, con mando, así lo demostraron.  Lució y aprovechó lo bueno del novillo-toro y emocionó y la gente como el ganadero pidieron que se perdonara la muerte. Grande el torero, grande el toro, grande la fiesta, nuestra tradición.   
Trofeos simbólicos que en memoria son lo menos, aunque para él signifiquen mucho, todo, por abrir temporada y en Lima. Más cuando un novillero torea apenas 3 o 5 al año.  Lo menos digo porque lo más, lo mejor fue su toreo, solvente, dando pausas, aguantando y esperando, dejándoselo llegar si era menester, sin agobiar al burel, pero sí obligándolo a ir por bajo, porque lo tenía como condición, enganchando alante, ligando, dejando muleta adelante, o un cambio de mano por detrás de levantarte  del asiento, o un cambiado por la espalda sin aire por medio. 

Cuajado está para una alternativa de categoría.  Andrés Roca Rey fue su padrino de Trofeo Izquierdo del 2015, un hermoso capote de paseo que nos dio, y Andrés el Rey deberá ser su padrino de alternativa. No se si en Chota o en Acho.  El guante está echado, que respondan los aludidos, empresas y Figura, que este vale su toreo en oro.  Pide sitio, señores, novillero que pide sitio en carteles y ferias.  Si no lo oímos mal andamos.  

Rivera del Pilar fue por delante un dulce y noble San Simón que venía colocado y se desplazaba largo y abajo. Le aguantó unas tandas en los medios y se fue a los tercios y ahí se deslavazó su labor.  Faltó espada.   Mérito y a continuar en el camino que toreros con futuro requerimos.    

Luego salieron toreros aficionados de tres peñas con becerras fuertes y bravas que no se lo pusieron fácil pero dieron la cara. Toreo, entrega, miedo y revolcones son gajes del oficio que sueñan.   Gracias por ser aficionados y sentirse toreros.   

Gracias a la gente de Puquio que apostó por la Fiesta aunque pasen un mal momento en su tierra.  Y por darnos toros y sentir de taurineria en el caluroso verano limeño, que nos hizo imaginar lo que nuestros antepasados vivían los veranos de Acho allá por el 1800.  

Las transmision la hicimos en vivo y la encuentras en la página de Facebook Pasión Fiesta y Tradición.