12 de abril. Martes. Toros de Jandilla para Morante, silenciado; Diego Urdiales, saludos silencio; y López Simón, vuelta y silencio.
La plaza no se llenó a pesar del cartel y de estar en Farolillos.
El primero para Morante fue devuelto. El bis de Albarreal deslucido sin entrega sin recorrido. Silencio.
El segundo para Urdiales tampoco tuvo historia en el capote. Quita López Simón por gaoneras. En muleta no mejoró el de Jandilla. Pero brindó y pudo hacer disfrutar de pinceladas de su arte ortodoxo. En el andar, en la colocación, en el trazar, cada muletazo de a uno porque no se dejaba ligar. Mimo y molestia por el viento. Unos naturales de cartel y una trincherilla de enmarcar quedan en la retina y soltaron el especial ole o bien de Sevilla. Todo justo y macizo. Saludó una ovación.
El tercero que fue para López Simón tuvo más movilidad que los anteriores aunque justito de raza tambien. Lo dejó estar a gusto en muleta para abandonarse en los medios en un trasteo con mucha suavidad y temple. Pero como ese desplazamiento duró poco, acortó distancias y casi lo prende de la taleguilla. Estoconazo, petición no total y pitos por eso. Vuelta al ruedo.
Y hasta ahí hubo historia. Lo demás, más de lo malo, sin emplearse, sin casta, sin ganas, sin movilidad, sin nada de lo que tiene que tener un toro bravo o encantado.