Vuelta y tres avisos resumen una tarde en la que demostró capacidad para estar por encima de su lote de Rincón Santo.
El novillero peruano Andrés Roca Rey no pudo tocar pelo hoy en Manizales por la demora en caer tras la suerte suprema del novillo de Rincón Santo que hizo último de una tarde que transcurrió entre silencios, salvo la ovación del español Borja Jiménez en el primero que mostró su solvencia.
Andrés dejó patente su actitud y firmeza, inlcuso ideas claras y poder resolutivo ante un lote que no tuvo fuerza ni clase al embestir.
Su primero fue áspero, de corto recorrido y distraído, le plantó la tela al recibirlo con variedad. Por estatuarios encajado toreó de muleta para luego destacar con el toreo en redondo, pegándose el arrimón al cierre con manoletinas ceñidas. Marró con la espada en guardia. Con el otro, lances y caleserinas embraguetadas, luego su muleta tapó la salida al huidizo y construyó faena en cercanías y aunque esta vez envasó entera la espada, la demora en caer del astado, hizo que le sonaran los tres avisos.
FICHA.
Borja Jiménez, ovacion y
silencio tras aviso
Santiago Sánchez Mejía,
pitos con tres avisos y silencio
Andrés Manrique, silencio y silencio
Roca Rey, vuelta y
ovación tras tres avisos