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Diego Silveti: "Un torero es un ser que siempre ha sido diferente y es un espejo para mucha gente"
C. Padín / Buraldeor.com
Se llama Diego Silveti y es un torero de dinastía de gran relieve y aroma. Es el quinto torero que pisa el ruedo desde que lo hiciera hace años, bastantes años, su bisabuelo Juan Silveti.
Diego es un joven muy elegante, educado y agradable. Tuve el placer de conocerlo personalmente en Gijón una hora antes de su alternativa, apadrinado por José Tomás y atestiguado por Alejandro Talavante. Cartel de ensueño... ¡la corrida del siglo!
Hoy, en el hotel, unos minutos después de la corrida, entrevisto a Diego Silveti para Burladero. Aparece acompañado por su apoderado José María Garzón. Exquisitos en el trato los dos, elegantes, un verdadero lujo tratar y conversar con ellos. Diego se muestra alegre, con esa franca sonrisa suya que siempre implica compromiso y entrega, y se sienta en la mesa donde con mi hermana y amigos yo tomo algo. Y así transcurre mi conversación con él.
-Diego, ¿Cómo te has sentido esta tarde, tu primera tarde en España?
-Bien, me he sentido bien. La verdad que he toreado a gusto ,principalmente con el primer toro, que ha transmitido más que el segundo. He podido pegarle pases como a mi me gusta y que han conectado con el público y fue una lástima la espada.
-No pasa nada, me ha encantado la faena, has derrochado sabor...
-Gracias, pero realmente sí pasa. Al fallar con la espada no es lo mismo pero sí me he sentido bien toreando.
Charlamos sobre los astados de su lote. Personalmente yo no he visto fácil el lote de Diego, hablamos sobre la embestida del de Valdefresno y estamos de acuerdo en que se trató de un oponente complicado. Es un placer hablar con el más joven de los Silveti, ¡Cómo comprende el toreo!, una delicia... la misma que tuve el honor de sentir cuando en México asistí al programa radiofónico de su tío Alejandro.
-¿Notas la diferencia entre el toro español y el toro mexicano?
-Sí, la verdad es que se nota. Son distintos los toros, no es que el de México sea más sencillo de torear, pero es diferente, se deja torear más largo.
Le comento a Diego que yo pienso que el toro mexicano se puede mimar más en la lidia. Me da la razón y me agrada. El mexicano habla tan bien como torea, y es muy grato en su acento, en sus modales, en la manera de explicar su concepto. Diego ha completado estudios universitarios y es culto, exquisito.
-Sevilla será una tarde importante, seguro.
-Así lo espero. Estoy con muchas ganas. Me queda todavía un mes para prepararme a fondo, y Sevilla la espero con muchas ganas, al igual que Madrid.
Como me gustan las cosas diferentes aprovecho la presencia de mi hermana en la mesa en la que estamos saboreando unos vinos para hacer preguntas originales. Pregunto a Silvia Barca, diseñadora, qué sería Diego Silveti en moda.
-Una camisa muy elegante. Blanca, con los puños muy bonitos y engalanados, muy bien planchada y hermosa, con su cuello perfecto.
Y Diego sonríe, tan agradable.
Le pregunto a él, siempre tan impecable, si se preocupade la elegancia y la moda.
-Sí, bueno, me gusta ir bien vestido tanto en la plaza como fuera de ella. Mi padre decía que el toreo se compone de la ética, la estética y la patética. Y todo ello forma un conjunto, un torero es un ser que siempre ha sido diferente, y es un espejo para mucha gente, para niños que sueñan el toreo y uno ha de procurar siempre una elegancia, unos modales.
Impresionante cómo habla del Rey David, su padre. Y un regalo de la vida saber por Diego qué opiniones tenía David Silveti sobre el toreo.
-Defíneme tu dinastía, Diego, por favor.
Se le iluminan sus ojos oscuros mexicanos. Se le nota emocionado.
-Es un orgullo para mí pertenecer a ella. Cada uno ha sido distinto a los demás, con su propia impronta y todos han alcanzado gran reconocimiento. Es una dinastía única conocida a nivel mundial y es para mí un honor pertenecer a ella y la posibilidad de yo poder aportar.
Aportará, Diego es México, es Príncipe, es toreo, es verdad y es sentimiento. ¿Qué música escucha Diego Silveti? Es pregunta para conocer un poquito más sobre este matador que llega arreando fuerte y con el sabor de Guanajuato en el alma. Y de nuevo afloran su cultura y su saber estar.
-Muy variado, un poco de todo. Rancheras, pop, pop inglés, baladas... me gustan bastantes y variados estilos.
Conversamos sobre su educación y se muestra orgulloso de que sus padres le hayan aconsejado estudiar una carrera. Eso, según afirma y es totalmente cierto, le ayuda a ser más adulto, a crecer como ser humano ,a poseer unos valores y unos saberes que se le agradecen.
-¿Qué hay del Rey David en Diego?
-Bueno, para mí es todo, su forma de ser, como me ha tratado siempre, su manera de hacer en el ruedo y fuera de él han calado muy dentro de mí. Me gusta tener su compromiso, y continuar yo con todo lo que de él he podido aprender. La verdad es que es un orgullo para mí ser su hijo.
David Silveti fue el Rey, adoradísimo en su México querido. Diego es el digno heredero de un apellido que ha dado muchísimo al toreo. Y que sigue regalando momentos, ahora el Príncipe embellece el albero.
Tras haber conversado gratamente con José María Garzón y con su picador Juan Antonio Carbonell, tremendamente agradables ambos, me despido de Diego, que, como siempre, destila educación. Y buen toreo. Grande. ¡Viva Guanajuato!