La corrida estuvo llena de sentimientos, la entrega total de la plaza a un Cid supremo. El brindis de este al banderillero John Jairo Gómez, que se fue tras larga carrera. Su vuelta al ruedo, con los máximos trofeos simbólicos en compañía de sus pequeños hijos y el ganadero. El público cantando toda la faena de Bolívar al sexto que a su vez había brindado al Cid, y la insensibilidad del palco negando la oreja del quizá último toro de Puerto en Medellín y la segunda para una faena pasional cantada toda por el público y rematada de un gran volapié; en ambas ocasiones contrariando la mayoría que las pedía con fuerza.(Jorge Arturo Díaz Reyes)
BURLADERO: Un Manuel Jesús "El Cid" que supo entender a la perfección al segundo de la tarde, un toro nuble y de gran fijeza, pero al que las fuerzas no le sobraban... Pero la apoteosis tendría que llegar ante el quinto,De nombre "Talavartero" nº 94 fue este un gran toro, noble, pronto y repetidor siendo finalmente indultado. Con este gran animal el hispalense se gustó saludándolo primero con unos lances a pies juntos para seguir a continuación con unas preciosas medias verónicas. Con la muleta y tras un comienzo por bajo, llegaron dos series en redondo con un temple insuperable... Siempre en el centro del ruedo dibujó un toreo ligado a la perfección y barriendo la arena con la franela dibujó tres antológicas series de naturales. Ya completamente roto el torero, la faena tomó rivetes insuperable siendo seguida por el público en pie. Indulto de un gran toro cuyas embestidas parecían nunca tener fin.
Con más de media entrada se han lidiado seis toros de Ernesto Gutierrez desiguales de presentación y nobles en general. El quinto fue indultado y el sexto premiado con la vuelta al ruedo. Se cortó la coleta el banderillero Jon Jairo Gómez de la cuadrilla de El Cid. Victor Puerto, silencio y saludos. El Cid, dos orejas y dos orejas y rabo simbólicas. Luis Bolivar, silencio y oreja.