ALFONSO GAONA DE LARA Y ERNESTO P. URUCHURTU.
de www.noticierotaurino.com
Les he comentado que tengo un artefactito que me despierta cuando alguien me llama desde el mas allá, seguido repiquetea de madrugada, claro que me siento mal, anoche repiqueteo a eso de las tres de la mañana, no es hora de telefonazos, hoy me asusté, adormilado pensé podría ser una alarma nuclear, alguien que me avisaba ya se había dado cuenta Marc Anthony que su Jennifer López suele visitarme de noche, me pareció una eternidad llegar de la cama a donde esta el “aparatejo-alcancía” de Slim donde cada llamada cuesta como indirectamente lo dice su apellido, “$mil”...
Les comparto la charla tal y como “quedó registrada”...
–Buenas noches, ¿quién habla?...
-Pedro Julio, soy Alfonso Gaona, perdón que te llame a esta hora, no he podido dormir desde hace días, estoy de nervios, presiento algo malo para ustedes allá abajo.-...
–No asuste doctor, no me diga que viene otro temblor.-... -No, no es físico, es moral solamente, los de aquí les ayudamos solicitándole al Patrón que los cuide de terremotos.-... -¿Entonces cual es su apuro?-... –Es que viene al caso con el “evento” que tienen mañana, 5 de julio, la cosa esa de la votadera.-... Pues no le entiendo nada en lo absoluto, perdóneme, a usted ya ni le va ni le vienen las elecciones, usted murió el 3 de enero del 2006.-...
-Efectivamente, así es, pero con tristeza veo los problemas existentes “en mi plaza”, la México, la que llegó a ser orgullosamente la que marcaba jerarquías en aquellos que triunfaban en su ruedo, la misma que se llenaba cada ocho días, la misma que ustedes veían como un santuario, y hoy noto que esta desamparada por taurinos y autoridades-... –¿Se refiere usted a que ni el Departamento Central ni la delegación “Benito Juárez” atienden el problema como debe de ser?-...
–Efectivamente, así es, te paso a un, ahora, buen amigo.-... ¿Pedro Julio?.-... Si, a sus ordenes, ¿quién es usted?.-... –Buenas noches, ¿soy Ernesto P. Uruchurtu, te acuerdas de mí?.-... Por supuesto, don Ernesto, a usted le llamaban “El Regente de Hierro” cuando fue el mandamás del Distrito Federal. Pero no entiendo, ¿pero por qué toma el auricular, usted no fue taurino?.-...
–Bien lo recuerdas, eso es muy cierto, pero no te olvides que bajo mi responsabilidad estaba hacer cumplir el reglamento taurino, que la empresa lo hiciera de maneras correctas, mira te cuento algo. Alfonso y tu servidor tuvimos “mil y un problemas”, fuertes, muy fuertes y jamás existió un grito, una mala palabra, lo arreglábamos de la única manera que se puede hacer para llegar a un buen acuerdo y que sea en el beneficio de aquel que paga una entrada, simple y sencillamente nos sentábamos a dialogar. Hoy, grita Herrerías, vocifera, gruñe en medio del desierto, no son maneras, desde luego que no, y en parte tiene razón, las autoridades no lo escuchan, no han dicho palabra que se conozca sobre “su voluntad” para terminar, de una buena vez por todas, con este lío que dejaron crecer, independiente a que eso revive el fuego existente de las mentes calenturientas.-...
–Quiere decir don Ernesto, que la culpa es de la delegación “Benito Juárez”.-... –En gran parte así lo es. Dejaron crecer los problemas, permitieron que la bola de nieve creciera y se los llevara, esta muy claro. Ahora qué, la autoridad no esta obligada a conocer de todos los temas, es imposible, un gobernante a lo que esta exigido es a saber rodearse de expertos en cada rama, en cada departamento, de asesorarse correctamente, si lo logran pueden gobernar con la hoy tranquilidad perdida en lo taurino-... ¿Usted también así lo cree doctor?.-... –Definitivamente si. Cada quien puede hacer lo que le plazca, bueno o malo, pero para eso están las autoridades y tienen que intervenir oportunamente.-... -¿Doctor, como ve usted las actitudes de su colega Rafael Herrerías?.-...
–Perdóname, aquí no se puede mencionar nombres de seres de las tinieblas, cámbiale de tema o de plano cuelga tu teléfono.-... Esta bien doctor, ya es muy noche, no se enoje, páseme a don Ernesto para despedirme.-... -Oye, sabes que me llamaban el “Regente de Hierro”, que decían que sembré flores en todos los camellones del Distrito Federal que porque no sabia donde estaba enterrada mi madre, que ordene tumbar casas viejas en el primer cuadro de la cuidad y ahora veo, que después de tantos años, siguen con el tema de los derrumbes, que quieren tumbar la plaza “México” y por lo visto no hay quien ponga un orden.
Pobres de ustedes, sin criterio, sin valor para defender sus derechos y viviendo como pescaditos dentro de una enorme pecera sin agua, reclámenle a Ebrard, debe de cumplir con su obligación sin compadrazgos, peleen y defiendan sus gustos, la plaza “México” tiene mas historia que muchos otros lugares, desde la provincia únanse las mentadas peñas, háganle saber su enojo a él y a quien la “desadministra”, háganle ver que la soledad en el coso se parecerá este domingo en las urnas y no me queda mas que agregar, como despedida... ¡Pobre México!... Sentí que la oreja se me pulverizaba, escuche el tremendo colgón del teléfono, supuse que dije algo malo y me regrese a la cama donde por supuesto ya no estaba mi Jennifer soñada... Nos Vemos.
de www.noticierotaurino.com
Les he comentado que tengo un artefactito que me despierta cuando alguien me llama desde el mas allá, seguido repiquetea de madrugada, claro que me siento mal, anoche repiqueteo a eso de las tres de la mañana, no es hora de telefonazos, hoy me asusté, adormilado pensé podría ser una alarma nuclear, alguien que me avisaba ya se había dado cuenta Marc Anthony que su Jennifer López suele visitarme de noche, me pareció una eternidad llegar de la cama a donde esta el “aparatejo-alcancía” de Slim donde cada llamada cuesta como indirectamente lo dice su apellido, “$mil”...
Les comparto la charla tal y como “quedó registrada”...
–Buenas noches, ¿quién habla?...
-Pedro Julio, soy Alfonso Gaona, perdón que te llame a esta hora, no he podido dormir desde hace días, estoy de nervios, presiento algo malo para ustedes allá abajo.-...
–No asuste doctor, no me diga que viene otro temblor.-... -No, no es físico, es moral solamente, los de aquí les ayudamos solicitándole al Patrón que los cuide de terremotos.-... -¿Entonces cual es su apuro?-... –Es que viene al caso con el “evento” que tienen mañana, 5 de julio, la cosa esa de la votadera.-... Pues no le entiendo nada en lo absoluto, perdóneme, a usted ya ni le va ni le vienen las elecciones, usted murió el 3 de enero del 2006.-...
-Efectivamente, así es, pero con tristeza veo los problemas existentes “en mi plaza”, la México, la que llegó a ser orgullosamente la que marcaba jerarquías en aquellos que triunfaban en su ruedo, la misma que se llenaba cada ocho días, la misma que ustedes veían como un santuario, y hoy noto que esta desamparada por taurinos y autoridades-... –¿Se refiere usted a que ni el Departamento Central ni la delegación “Benito Juárez” atienden el problema como debe de ser?-...
–Efectivamente, así es, te paso a un, ahora, buen amigo.-... ¿Pedro Julio?.-... Si, a sus ordenes, ¿quién es usted?.-... –Buenas noches, ¿soy Ernesto P. Uruchurtu, te acuerdas de mí?.-... Por supuesto, don Ernesto, a usted le llamaban “El Regente de Hierro” cuando fue el mandamás del Distrito Federal. Pero no entiendo, ¿pero por qué toma el auricular, usted no fue taurino?.-...
–Bien lo recuerdas, eso es muy cierto, pero no te olvides que bajo mi responsabilidad estaba hacer cumplir el reglamento taurino, que la empresa lo hiciera de maneras correctas, mira te cuento algo. Alfonso y tu servidor tuvimos “mil y un problemas”, fuertes, muy fuertes y jamás existió un grito, una mala palabra, lo arreglábamos de la única manera que se puede hacer para llegar a un buen acuerdo y que sea en el beneficio de aquel que paga una entrada, simple y sencillamente nos sentábamos a dialogar. Hoy, grita Herrerías, vocifera, gruñe en medio del desierto, no son maneras, desde luego que no, y en parte tiene razón, las autoridades no lo escuchan, no han dicho palabra que se conozca sobre “su voluntad” para terminar, de una buena vez por todas, con este lío que dejaron crecer, independiente a que eso revive el fuego existente de las mentes calenturientas.-...
–Quiere decir don Ernesto, que la culpa es de la delegación “Benito Juárez”.-... –En gran parte así lo es. Dejaron crecer los problemas, permitieron que la bola de nieve creciera y se los llevara, esta muy claro. Ahora qué, la autoridad no esta obligada a conocer de todos los temas, es imposible, un gobernante a lo que esta exigido es a saber rodearse de expertos en cada rama, en cada departamento, de asesorarse correctamente, si lo logran pueden gobernar con la hoy tranquilidad perdida en lo taurino-... ¿Usted también así lo cree doctor?.-... –Definitivamente si. Cada quien puede hacer lo que le plazca, bueno o malo, pero para eso están las autoridades y tienen que intervenir oportunamente.-... -¿Doctor, como ve usted las actitudes de su colega Rafael Herrerías?.-...
–Perdóname, aquí no se puede mencionar nombres de seres de las tinieblas, cámbiale de tema o de plano cuelga tu teléfono.-... Esta bien doctor, ya es muy noche, no se enoje, páseme a don Ernesto para despedirme.-... -Oye, sabes que me llamaban el “Regente de Hierro”, que decían que sembré flores en todos los camellones del Distrito Federal que porque no sabia donde estaba enterrada mi madre, que ordene tumbar casas viejas en el primer cuadro de la cuidad y ahora veo, que después de tantos años, siguen con el tema de los derrumbes, que quieren tumbar la plaza “México” y por lo visto no hay quien ponga un orden.
Pobres de ustedes, sin criterio, sin valor para defender sus derechos y viviendo como pescaditos dentro de una enorme pecera sin agua, reclámenle a Ebrard, debe de cumplir con su obligación sin compadrazgos, peleen y defiendan sus gustos, la plaza “México” tiene mas historia que muchos otros lugares, desde la provincia únanse las mentadas peñas, háganle saber su enojo a él y a quien la “desadministra”, háganle ver que la soledad en el coso se parecerá este domingo en las urnas y no me queda mas que agregar, como despedida... ¡Pobre México!... Sentí que la oreja se me pulverizaba, escuche el tremendo colgón del teléfono, supuse que dije algo malo y me regrese a la cama donde por supuesto ya no estaba mi Jennifer soñada... Nos Vemos.