OVACIONES. Luego de haber sorteado el largo viaje de Perú a Aguascalientes, incluyendo 10 horas de viaje en ambulancia por terracería de Chota a Chiclayo, lo que le provocó un peligrosa inflamación en la pierna derecha, y las otras 7 horas de vuelo de Chiclayo a la capital aquicalidense, con escala en Tapachula, Chiapas, el matador de toros de la Tierra de la Gente Buena , Aturo Macías, pasó la primera y única noche en la clínica Guadalupe con las molestias normales de una cornada tan grande y complicada que sufrió el jueves pasado en el coso El Vizcaíno de Chota, Perú, dentro de su Feria de San Juan Bautista, pero si con la tranquilidad de saberse en su terruño y al lado de su esposa, su familia y amigos.
¿Qué te han dicho los doctores Carlos Hernández Sánchez y Enrique González Careaga? “Pues que la pierna está bien, mejor de lo que ellos esperaban, pues siempre estuvieron en contacto con los médicos que me operaron en Chota. Sin embargo, lo que si cambió en el diagnóstico es que los de allá me dijeron que el ‘cate’ era para estar inactivo dos meses y mis doctores me han dicho que si todo va bien, en 15 días estaré listo”.
¿Eso indica que si podrías torear en Xico y Altzayanca? “Aún no lo sé, pero si te puedo decir que yo quiero torear el domingo 19 de julio en Xico, Veracruz, repetir ahí el miércoles 22 y el sábado 25 en Altzayanca, Tlaxcala. Como te darás cuenta, se trata de matar seis toros en menos de una semana, por ello hay que ver como va evolucionando la cornada”.
Para Arturo Macías esta es su séptima cornada, además de otras tantas fracturas, pero si la que le ha costado más trabajo asimilar, sin dejar de recordar la grave herida de safena izquierda que sufrió toreando en Zacatecas.
¿Por qué la de Perú ha sido más complicada? “Por las circunstancias que la rodearon, porque fue una cornada seca, que abrió en abanico todos los tejidos musculares del muslo derecho, porque en principio el doctor que me recibió estaba borracho y la verdad no sabía qué hacer. Por fortuna en el tendido de la plaza estaban como espectadores tres doctores miembros del capitulo peruano de la Sociedad Internacional de Traumatología Taurina y ellos fueron los que de inmediato acudieron al hospital San José de Chota para hacerse cargo de la intervención, pero el sentirme solo, tan lejos de mi casa, con la pierna inflamada, con fiebre y sin poder dormir durante cuatro días, todo eso me hizo pensar que no la iba a librar. Por ello mi eterno agradecimiento al matador de toros Héctor de Granada (en la foto) porque siempre estuvo cerca de mi, nunca me soltó, y al ingeniero Armando Guadiana, por haberme enviado su avión para poder regresar a Aguascalientes, pues de lo contrario me hubiera tenido que quedar 15 días más, hasta que me recuperara, pero en esas condiciones quién sabe qué hubiera pasado. Gracias a Dios también porque ya estoy aquí”. Recientemente, en los últimos 20 años, varios toreros mexicanos han sido heridos de gravedad en cosos peruanos y entre ellos se cuentan a los aguascalentenses Antonio Urrutia, Héctor de Granada, David “Chato” Bonilla y Arturo Macías, además del hidalguense Rogelio Treviño, de ahí que Arturo haya contado con la experiencia de De Granada para “poder con el paquete”.
APUNTE: Se olvida el colega de OVACIONES de Arturo Giglio, exactamente 10 años antes, en fecha exacta, misma feria que Macías.
¿Qué te han dicho los doctores Carlos Hernández Sánchez y Enrique González Careaga? “Pues que la pierna está bien, mejor de lo que ellos esperaban, pues siempre estuvieron en contacto con los médicos que me operaron en Chota. Sin embargo, lo que si cambió en el diagnóstico es que los de allá me dijeron que el ‘cate’ era para estar inactivo dos meses y mis doctores me han dicho que si todo va bien, en 15 días estaré listo”.
¿Eso indica que si podrías torear en Xico y Altzayanca? “Aún no lo sé, pero si te puedo decir que yo quiero torear el domingo 19 de julio en Xico, Veracruz, repetir ahí el miércoles 22 y el sábado 25 en Altzayanca, Tlaxcala. Como te darás cuenta, se trata de matar seis toros en menos de una semana, por ello hay que ver como va evolucionando la cornada”.
Para Arturo Macías esta es su séptima cornada, además de otras tantas fracturas, pero si la que le ha costado más trabajo asimilar, sin dejar de recordar la grave herida de safena izquierda que sufrió toreando en Zacatecas.
¿Por qué la de Perú ha sido más complicada? “Por las circunstancias que la rodearon, porque fue una cornada seca, que abrió en abanico todos los tejidos musculares del muslo derecho, porque en principio el doctor que me recibió estaba borracho y la verdad no sabía qué hacer. Por fortuna en el tendido de la plaza estaban como espectadores tres doctores miembros del capitulo peruano de la Sociedad Internacional de Traumatología Taurina y ellos fueron los que de inmediato acudieron al hospital San José de Chota para hacerse cargo de la intervención, pero el sentirme solo, tan lejos de mi casa, con la pierna inflamada, con fiebre y sin poder dormir durante cuatro días, todo eso me hizo pensar que no la iba a librar. Por ello mi eterno agradecimiento al matador de toros Héctor de Granada (en la foto) porque siempre estuvo cerca de mi, nunca me soltó, y al ingeniero Armando Guadiana, por haberme enviado su avión para poder regresar a Aguascalientes, pues de lo contrario me hubiera tenido que quedar 15 días más, hasta que me recuperara, pero en esas condiciones quién sabe qué hubiera pasado. Gracias a Dios también porque ya estoy aquí”. Recientemente, en los últimos 20 años, varios toreros mexicanos han sido heridos de gravedad en cosos peruanos y entre ellos se cuentan a los aguascalentenses Antonio Urrutia, Héctor de Granada, David “Chato” Bonilla y Arturo Macías, además del hidalguense Rogelio Treviño, de ahí que Arturo haya contado con la experiencia de De Granada para “poder con el paquete”.