miércoles, 6 de noviembre de 2024

ACHO EFEMERIDES DE FERIA. “No te puedo dar la mano porque acabo de limpiármelas y no quiero mancharme otra vez”

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Foto Revista Alamares
Un día como hoy,  según cuenta la historia, el torero Luis Miguel Dominguín respondió así  al diestro Rovira entre barreras del coso de Chacra Ríos aquel 6 de noviembre de 1949: “No te puedo dar la mano porque acabo de limpiármelas y no quiero mancharme otra vez”. El hecho se suscitó en el quinto de la tarde,  precisamente de Dominguín,  y fue porque Rovira se excedió en un quite.

Según relato  del propio Dominguin en el libro de Abella, “a Rovira le tocó cerrar el tercio, yo había hecho antes uno con el capote a la espalda que rematé arrodillado, acariciando al toro con la montera y siempre de rodillas dándole la espalda.  Rovira hizo el mismo quite.  Dio al menos diez lances, diez gaoneras,  y al ir buscando el remate, también de rodillas, el toro lo tenía  ya casi prendido, yo metí el capote y me lo llevé, con protesta de Rovira y aplauso de la gente.  Allí debió terminar la cosa. Sin embargo, aunque el toro era mío reanudó el quite.  Otras dos o tres gaoneras y nuevamente, en el remate de rodillas, con el toro otra vez casi encima de él, volví a meter el capote y llevármelo; Rovira se alzó y se vino hacia mí –recuerda Dominguín- gesticulando y descompuesto, me empujó y yo le contuve, de repente tiró el capote al suelo y me lanzó un golpe con la mano derecha, sin alcanzarme del todo en la cara porque pude esquivarlo en parte”.

A ese punto de la tarde los ánimos ya venían caldeados  porque en el toro anterior, cuarto de la tarde, el de Rovira,  hubo un verdadero tercio de quites en el que los dos toreros pusieron de cabeza la plaza.  Volviendo a la faena del quinto,   Luis Miguel tuvo una magnífica actuación recibiendo dos orejas y dando dos vueltas al ruedo entre aclamaciones.  Al meterse al callejón Rovira fue a pedirle disculpas y Luis Miguel recuerda bien sus palabras:  “No te puedo dar la mano porque acabo de limpiármelas y no quiero mancharme otra vez”.

Y la cosa no quedó en el ruedo, continuó en la oficina del empresario Fernando Graña en la avenida Wilson, Graña y Rovira estaban liquidando cuentas al parecer cuando llegó Dominguín y se avalanzó sobre él golpeándolo y ambos fueron separados por el empresario. 

La feria del 49 la organizó la Corporación Nacional de Turismo en la plaza de Chacra Ríos y el inicio debió postergarse unos días por un retraso del barco que traía toros españoles,  tres murieron en el trayecto, se lidiaron toros españoles de Antonio Pérez de San Fernando, de Leopoldo Clairac, Salvador Guardiola, destacando  el encierro de Fermín Bohórquez. De los nacionales fueron Salamanca y La Viña.   Ese año se llevó el trofeo de la feria Antonio Bienvenida.  Se dieron cuatro tardes de abono del 6 al 20 de noviembre con una extraordinaria el 30 de octubre.  Ese año hicieron el paseíllo además de los referidos toreros, Pepe Luis Vásquez, Pepe Dominguín y Alejandro Montani.