martes, 19 de julio de 2022

BAMBAMARCA rompió fuegos con tremendo espectáculo, El Fandi y Colombo a hombros


Por Magaly Zapata


La primera de la Feria Virgen del Carmen en Bambamarca se abrió ayer 18 de julio con un cartel de polendas, toreros que cumplen los tres tercios con oficio y entrega y especialistas del espectáculo en banderillas.  


Del tercero al quinto toro compartieron el tercio y el público disfrutó con las ejecuciones de los tres toreros. La fiesta se resume en eso, crear espectáculo por la vía que se requiera para llegar a los tendidos y emocionar. Y Bambamarca, con plaza llena y público que abandonó feliz los tendidos disfrutó. 


Fui testigo de la imposibilidad de abandonar en el auto los exteriores del coso, largos minutos porque los niños y adultos pedían fotos y videos a los toreros y estos amablemente con las ventanas abajo accediendo a lo que sus fans deseaban.  Hasta ahí evidentemente el objetivo se cumplió, fiesta y alegría para el pueblo en una tarde triunfal de toros en la vuelta a las celebraciones detenidas por pandemia.  


Salieron los tres primeros toros de San José del Monte y los tres de la segunda parte fueron de San Simón en condiciones de lidia que fueron in crescendo,  destacando el cierra tarde,  un jabonero de bonitas hechuras que tuvo nobleza y calidad amén de larga entrega en la muleta de Colombo. Huelga decir que además de la pica la exigencia fue grande en las banderillas.  


Uriel Moreno 'El Zapata' se llevó el lote con menos posibilidades pero esforzado siempre por encontrar las vueltas en muleta y buscar un lucimiento que no corroboró con el acero.  


El Fandi cortó una oreja a su primero y dos del segundo pedidas con fuerza.  En su primero tras banderillas el astado se vino a menos y con tesón y oficio metió al público en faena inventada.  Más se dejó hacer su segundo, quite variado y en muleta trasteo con temple y alardes finales.  Certero con la espada, menos de mitad pero fulminante. 


Colombo tuvo el acierto de compartir tercio de rehiletes con sus compañeros en su primero. Era la primera vez y así quedará en la historia.  

En muleta lo intentó pero faltó fondo al material para redondear con lucimiento.  


Lo que sí tuvo en el sexto. Larga faena al San Simón y se lució desde que se abrió de capote en los lances a pies juntos, templados y por abajo. Exigente.  El tercio de banderillas lo ejecutó con solvencia que puso en pie al público, tras el violín con sombrero, que entró ya en delirio. El toro embistió por abajo con nobleza y le endilgó muletazos de calidad, con temple, con gusto, algunos incluso con desmayo. Creí que se pasó de faena pero el espadazo fue un tapaboca, por ejecución de un Volapié sensacional y cabal ante un toro que ya había rendido armas y no se adelantó al convite de su muleta pero le pegó el puñetazo y lo hizo rodar sin puntilla.  


La gente en pie y con las luces de los celulares como corona triunfal de la tarde. Petición clamorosa y las dos orejas que lo auparon a la foto del triunfo en volandas con El Fandi. 


En tarde fría y con amenaza de lluvia se cortaron cinco orejas, una al segundo de San José del Monte y cuatro a los de San Simón 5o y 6o.  Plaza llena, tarde triunfal y lo más importante, un público feliz que disfrutó de su espectáculo preferido. 



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