Concluyó el serial en honor a San Juan Bautista 2017 en Chota marcando un hito importante a causa de la recomposición del cartel obligados por las circunstancias y permitió el anuncio de tres “top-ten” del toreo como son David Fandila “El Fandi”, Sebastián Castella y López Simón.
No es fácil conseguir la aceptación una figura que tiene que pegarse un viaje de 40 horas, de Madrid a Chota en Perú, menos siendo torero de grandes ferias y agenda apretada, pues esto implica varios días lejos del epicentro taurino, a miles de kilómetros de distancia. De ahí que es de agradecer el gesto de anunciarse, tanto para “El Fandi”, desde un inicio, como para Castella y López Simón, que echaron un capote salvador a los organizadores encontrando así una sustitución de la categoría y estela del peruano herido en Badajoz.
Vistos a reseñar debemos dejar constancia de dos aspectos que creemos se deben corregir, la arena del ruedo que estuvo demasiado floja y condicionó mucho la lidia y también ser más escrupulosos con el trapío de los toros adquiridos, que tengan edad, peso y plaza para Chota.
Chota en el 2017 ha marcado un hito no sólo en su historia, sino en la historia de nuestro Perú taurino, apuntándose a carteles como en una plaza de primera en España, que hasta anteayer sólo se daban en el Acho de Lima.
Es así que la feria chotana del 2017 es –se quiera o no- un parte aguas en el Perú taurino. Las autoridades y sus comisionados deberán tener muy claro que su pueblo ya saboreó los carteles de figuras con lo que ello implica de garantía y éxito en muletas con capacidad y oficio, y el costo que conlleva, contrastado con el poco poder adquisitivo de su población y la baja calidad en la oferta de servicios hoteleros. Manejo fino de presupuestos se requiere y sin mayores incrementos también para no ahuyentar al público que este año también acudió en pleno a sus corridas, a pesar de todo.
Si la presencia de Andrés Roca Rey en el 2016 dejó alto el listón, hoy, ahora, la presencia de los tres “top-ten” lo ha dejado más alto aún. Señores autoridades, comisionados, aficionados y pueblo, tengan claro que Chota despegó a las ligas mayores del toreo, y su obligación es mantenerla en ese nivel.
De ahí que sea imperativo e importante que acusen recibo que su feria ya no es más propiedad de su pueblo y que pasa a ser un serial internacional, desde hoy mirado y observado tanto como juzgado con la rigurosidad de cualquier plaza de primera o de segunda en España, por mor de los nombres anunciados en este 2017.
Por ello es perentorio que cuiden el toro, que tenga el trapío y la edad de una plaza donde torean figuras internacionales de los primeros puestos del escalafón; es perentorio que instalen una balanza en los corrales para dotar de mayor seriedad al espectáculo; poner en óptimas condiciones para la lidia el ruedo de su plaza, con un trabajo constante de mantenimiento durante el año; es importante que se respete la palabra en concordancia con las contrataciones realizadas. Las figuras quieren volver, me lo han dicho, queda en nosotros la didáctica para mejorar taurinamente a cada paso.
Señores, Chota despegó a las ligas mayores del toreo y la ambición taurina que empezó con la construcción de su monumental coso que está por cumplir sus 50 años en el 2020, tiene a partir de hoy la obligación de ponerse al nivel del Acho de Lima. Nada menos.
