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lunes, 6 de agosto de 2018

Increible


Viendo en redes las imágenes tras el percance del Picador Rafael López en Celendín, su evacuación del ruedo con la cadera partida, sin poder sostenerse en pie, y a pesar del pedido de auxilio para que entre la ambulancia, demoró toda la faena de muleta, mas de 15 minutos.

Insensibilidad y sinrazón evidentes, de profesionales y organizadores. Con tremenda dimensión del ruedo era más que posible continuar la lidia o mejor aun detenerla para atender y evacuar al accidentado., que además no fue subido en camilla por detrás sino por propio pie. Imagino el largo tiempo de agudos dolores que ha tenido que pasar hasta ser atendido en Cajamarca, distante mas de dos horas.

Cuánto nos queda por recorrer en el camino intrincado de las asistencias por primeros auxilios en los ruedos. Han pasado algunos años y no nos acordamos del percance del picador Modesto Llanos en la plaza La Taurina, que no fue atendido in situ, y por su propia voluntad no pasó después del percance a revisión médica y horas después falleció.

Esto nos recuerda que la labor del picador, aun estando a caballo, no está exenta de riesgos para su vida.