viernes, 17 de agosto de 2018

Colombo corta único trofeo al inicio de Huamachuco


El diestro venezolano Jesús Enrique Colombo corto la única oreja de la tarde que abrió feria en Huamachuco hoy. Alguna perdió el colombiano Ramses de su lote por fallo a espadas dejando ver su oficio y ganas, y Vicente Soler desangelado en la tarde no encontró el camino del lucimiento. Un encierro bien presentado de San Simón que tuvo nobleza en los primeros y algunas complicaciones de mitad de corrida en adelante.

TORO A TORO

Salió con alegría el primero de San Simón y fue recibido por ramillete de veronicas a los medios de Ramses, con gusto y temple. Pelea fijo en El caballo, tiene nobleza. Su poca fuerza condiciona las series, cuaja el colombiano buenos muletazos por derecha, izquierda ya venidos a menos no surge el toreo. Acorta distancias cuando vuelve a la diestra. Estcada algo tendida demora en caer. Silencio.

El segundo tuvo nobleza y fijeza no se acopló en el saludo de capote y en muleta bajó la mano, lo que pedía el toro, intermitentemente. Molinetes y desplantes. No se quiso usar la izquierda, lado que por el capote tuvo recorrido. Fue muy castigado en el caballo. Pinchazos. Silencio.

El jabonero oscuro que hizo tercero tenia sus teclas. Lo recubio con larga cambiada y verónicas en las que mide y no se entrega el toro. Lo cuidan en varas. Fue complicado en banderillas pero se entregó el torero, aguantando las reservas del toro. En muleta inicio doblándose toreramente para someter y luego supo tocar las teclas para resolver sin atacarlo, buenos muletazos pero la espada cayó en guardia. Palmas.

El cuarto salió a emplearse en el capote pero fue mal picado, teasera y delantera excesiva lo dejó descoordinado. Ramses se arrimó y con oficio le sacó muletazos incluso en circulares invertidos.

Soler en el quinto, un toro montado, giron aparejado que se movía mas cuando los trastos iban por bajo, no le tuvo confianza. Fue demasiado castigado en varas y no se puso confiado delante. Abrevió pero pinchó reiteradamente y le sonaron dos que pudieron ser tres avisos. Destacó El Santi con los palos.

El cierrapaza tuvo bonitas hechuras, bajo de manos. Extraordinaria vara de César Caro. Se revolvía pronto y se quedana corto de ahí que Colombo no consiguiera meterle mano y lo pasaportó pronto y eficazmente, tanto que le valió la oreja del palco.