@magalyzapata
El torero francés Sebastián Castella consiguió cortar apenas una oreja la noche del viernes 17, que no paseó, en una noche que tuvo interés de parte del público taurino que se desplazó hasta Asia al Sur de Lima para presenciar el primer espectáculo taurino y flamenco ofrecido en nuestro país, con la música y presencia de los famosos Gipsy Kings.
Más de tres cuartos de entrada en la noche asiática fueron el marco para que se desarrollara el festival que dio inicio con unas canciones de los gitanos franceses, hasta el paseíllo, también con su música. Fueron cuatro novillos de San Simón, elegidos entre más de una decena, por el matador y su cuadrilla el miércoles anterior que tentó en esa ganadería instalada en Quilcamaná.
Con la presentación adecuada para un festival, por lo que no fueron protestados, pero que no tuvieron fondo ni ofrecieron juego para el lucimiento del protagonista. Sólo con el tercero, porque tuvo galope y trasmitió, que embistió por abajo y al que se acopló y lució el torero en muleta, pudo haber cosechado más pero pinchó. Aún así, tras envasar entero el estoque el palco le concedió oreja pedida por el público. Los otros tres, topaban y protestaban, sin recorrido, hizo el esfuerzo en el 1o y 2o pero en el 4o abrevió.
No fue el triunfo de puerta grande que todos esperábamos porque faltó material para ello pero el público entendió y agradeció el esfuerzo del francés de dejarse llegar en el verano limeño, donar su actuación porque fue para una causa benéfica, y regalarnos así una nueva fecha en el calendario taurino que esperamos la empresa organizadora continúe en años venideros.
Al concluir la parte taurina, la gente bajó al ruedo para vibrar con la rumba flamenca de los Gipsy Kings.