Fue declarado triunfador de la feria, mejor faena fue para Oliva Soto y Paiján la mejor ganadería
El peruano César Bazán “El Yeta” cortó tres orejas a su lote, una al de Monterrey y dos al de La Viña que cerró el serial, se llevó el lote que embistió. Sus compañeros no tuvieron opciones con los que sortearon.
“El Yeta”, tuvo el santo a su favor con el lote que sorteó. El primero de su lote, un jabonero que no aparentaba recorrido en el inicio y al que lancea por pies y cierra con dos chiculinas. Rompió a bueno en la muleta, humillando y embistiendo con clase, con son, con codicia y nobleza. El trasteo fue por los pitones y a pesar de los desaciertos por momento de su torero de recortar el recorrido del brazo, el toro seguía embistiendo por abajo hasta haciendo el avión. Lo mató de certera estocada, recibiéndolo en corto, y paseó trofeo. El toro mereció una vuelta al ruedo que no se pidió ni se concedió.
Con el de cierre formó un alboroto. Casi de noche, debido al tardío inicio del festejo, el viñense se vino a más. Variado con el capote en los lances sin obligar puso banderillas, el segundo par al violín y con un sombrero en la otra mano. Brindó la faena de rodillas al público e inicio por alto sin agobiar al buen viñense. El trasteo fue a media altura aunque el toro metía los morros, ligero y sin atacar, lo pasó por ambas manos, destacando una serie de naturales casi al final de la larga faena y el toro seguía embistiendo con codicia. Manoletinas, desplantes y alardes precedieron al espadazo que recetó recibiéndolo en corto. Dos orejas.
Poca fortuna tuvieron el catalán Serafín Martín y Michelito Lagravere. Marín, tuvo un lote deslucido. El primero fue sosito y no hizo caso al capote. En muleta evidencia poca fuerza y condiciona su labor, repone un tanto y se frena. No puede ligar los muletazos. Deja la espada entera caída. Palmas. El 4º causó pánico en el callejón al saltar dos veces con el acero adentro. No quiso telas en el saludo y en la muleta se aculó en tablas y no quiso pasar por su muleta. Palmas.
Al mexicano Michelito no le fue mejor en el sorteo. Su primero de Monterrey salía suelto del capote, lo sujetó por abajo y tras varas brindó al alcalde de la ciudad y se puso con la derecha a tirar de él a los medios. Ahí intentó plantear faena lo que logró retrasando muleta, pero la poca fuerza del toro condicionó la continuidad y el recorrido. Sin embargo, pulseando y obligando los naturales salieron largos y buenos. Mató de estocada entera y al entrar en suerte recibe un puntazo en el pecho que le parte el chaleco. Descabella. Ovación.
El otro de su lote era El Olivar, bonitas hechuras pero que no fueron correlato de su juego. Lo recibió con larga de rodillas y tras darle tela lo lancea por verónicas en los medios. Tras vara brinda a Agustín Carbone y a quien esto escribe pero no se deja meter mano, recorta y se frena apenas pudo robarle un par de derechazos bien dados y una de pecho, luego manoletinas y desplantes. Deja la espada delantera. Palmas.
Cierre apoteósico de Bambamarca con el torero de la tierra, César Bazán “El Yeta” aupado al triunfo con cifras impactantes, dos tardes, cuatro toros que embistieron con calidad y fueron buenos de nota en su haber, 7 orejas cortadas, dos de sellas simbólicas por indultar un extraordinario toro de Paiján, y ser el triunfador del serial 2016. Una feria que va a más mérito a la gestión del Alcalde Edy Benavides Ruiz, quien con ambición taurina corresponde el gusto de su pueblo por sus tradiciones.
Paiján, mejor ganadería |
El Yeta, triunfador de Bambamarca 2016 |