@magalyzapata
El matador de toros peruano Andrés Roca Rey obtuvo esta tarde en la Feria de Fallas de Valencia (Esp) un triunfo de los que hacen historia, cortó dos orejas de su segundo, otra del tercero y tuvo petición en su primero no atendida, lo que demuestra la rotundidad de su labor en la primera plaza de toros de primera categoría que pisa en ruedos ibéricos tras su alternativa el pasado 19 de setiembre en Nimes (Fra).
Sostuvo un mano a mano con el español Alejandro Talavante que cortó su racha triunfal en este inicio de temporada española, cortó oreja de su tercero, pechando con el lote menos propicio y fallando con el acero, siendo que los toros de Victoriano del Rio y Toros de Cortés poco ofrecieron para el espectáculo, mansurrones, nobles unos y otros no tanto, sin fondo de raza, ante los cuales los dos coletas estuvieron por encima de esas condiciones, por capacidad y entrega.
El peruano a los tres de su lote los despachó de tremendos espadazos hasta la gamuza que le permitieron sellar cada faena de forma categórica, destacando su ejecución de la suerte, seguridad y entrega. Es así que en su primero, que fue un manso de libro, con genio, distraído y sin emplearse, apenas pudo dibujar algunos lances a pies juntos en los medios. El bicho se escupía del caballo y apenas fue herido, el peruano pidió el cambio de tercio por lo que llegó crudo a la muleta de Roca Rey que a pesar de eso y del viento se plantó en los medios y se dispuso a pasarlo de largo y por alto. Marcaba terrenos en tablas el toro y tras dos series por derecha sujetándolo debió Roca Rey irse a ese terreno y se lo pasó por delante y detrás dándole las ventajas al marrajo. Estocada entera trasera y desprendida. Petición leve y saludos.
Dos orejones de historia…
En el tercero, de su compañero, quitó por gaoneras de susto en los medios. Ya en el de su turno, es decir al 4º de lidia ordinaria, Roca Rey le formó un lío gordo en la arena fallera. Al toro no se le veía posibilidades y con escaso material, montó la traca y firmó la rendición de Valencia."Candidato" se llamó el que pasó a la historia, en alusión a la temporada electoral nacional, quien sabe.
Se escupía del capote y no se fijaba en el percal, lo lanceaba y se iba suelto pero agudo de ideas apostó por recetarle chicuelinas para que vaya a su aire, sin molestarlo, pero pasándoselo muy apretado al cuerpo, tanto que despertaban el ¡ay¡ en los tendidos. En el caballo pide otra vez que solo lo señalen y pide también que cambien la suerte. Por eso, el toro llegó a la muleta crudo, buscando las tablas, quería huir y lo aprovechó para iniciar como es su costumbre, de largo por delante y por detrás. Sin atacarlo. Al primer muletazo por abajo se le quiso ir a tablas y decidió templar abajo y mostrarle siempre el paño, taparle la cara y la serie surgió sin solución de continuidad, en redondo, y la gente entregada. Otra más y descubrió en el manso un fondo de nobleza y humillación con los que se tragó las series derechas en redondo. También lo hizo por naturales pero más cerrado en tablas. Bernadinas y otro estoconazo. Hizo lo que quiso con el manso noble en base a tesón, cabeza, naturalidad, frescura, torería y mucho valor. La gente lo ovacionó puesta en pie. Petición unánime y clamorosa y dos orejones de historia. Faena con más peso que la del rabo de Olivenza.
Con el cierraplaza, un bonito burraco no sobrado de fuerzas pero el más deslucido de los mansos,
porque salía feamente en huida, firmó un vistoso y variado saludo capotero -verónicas y gaoneras- con el de cierre un bonito burraco no sobrado de fuerzas. Lo lleva galleando al caballo y pelea con la cara arriba y se encela. Quita Talavante por bonitas y mecidas verónicas y el toro mete bien la cabeza con son. Responde Roca Rey y el toro escarba. Variado resulta el quite de respuesta. El toro llega rajado a la muleta del peruano y aunque lo intenta sujetar no siempre lo consigue y cuando sí, se lo enrosca a la cintura con temple, mando y mano baja y se la vuelve a ir.
Talavante lo había hecho tras el tsunami Roca Rey, por lo que el peruano replicó hincado de rodillas para iniciar la faena por derechazos impresionantes por su temple, su cadencia, su hondura. Y también lo hizo por naturales al cierre de la faena. Otro estoconazo, el tercero, casi recibiéndolo. Puñetazo a la gloria. Demora en caer y lo hace bajo la bandera del Perú que los aficionados limeños Llanos Villafuerte lucieron en su barrera toda la corrida. Petición y oreja.
Tarde televisada para el mundo. Su tercera en esta temporada. Tarde de reafirmación de sus capacidades toreras, resolutivas, ambiciosas, en la que mostró tremenda evolución, como sí hubiera puesto en calma sus turbulencias interiores, por ganas de mostrar y tocar pelo que acaso lo atacaron en el pasado fin de semana en que volvió a España tras arrolladora campaña americana y que se midió con López Simón y que luego el rabo en Olivenza, al día siguiente, fue el catalizador que desaceleró esas ansias para dejar paso a la solvencia técnica y torera. Cabeza fría y corazón caliente. Eso mostró Roca Rey en Fallas. Y es que no es sólo cuestión de peludas, sino de sensaciones que despierta y dimensiones a las que demuestra puede alcanzar. Encontró el camino que sin duda lo aupará al olimpo de las figuras. El Perú taurino puede estar tranquilo, Andrés Roca Rey hace justicia a su historia.
FICHA. Valencia, 17 de marzo de 2016. 7ª de la Feria de Fallas. Toros de Victoriano del Río 1º, 4º y 5º con el hierro de Toros de Cortés, mansurrones, algunos nobles, para los diestros Alejandro Talavante, ovación con saludos tras aviso, silencio tras aviso y oreja; y Andrés Roca Rey, ovación con saludos tras petición, dos orejas y oreja tras aviso. Entrada: Algo más de tres cuartos de plaza.