El riojano Diego Urdiales salió por la puerta grande del coso chotano El Vizcaíno al cortar dos orejas del segundo de la tarde. El madrileño Uceda Leal cortó una de su segundo y el peruano Alfonso de Lima recibió otra en el de cierre. Se lidiaron toros de San Pedro, Salamanca y San Simón de diverso juego, algunos refugiados en tablas y otros con algunas complicaciones.
Uceda Leal volvió a tocar pelo esta tarde en el 4º que tuvo más trapío que el resto, serio y con cuajo, que se desplazó y metió la cabeza y al que construyó una faena a media altura con fino manejo de muleta, suavidad y relajo, enroscándoselo por el cuerpo en derechazos que calaron en el público. Con la zurda bajó el nivel. Dejó una estocada entera que hizo al público pedir con fuerza el trofeo para el madrileño. En su primero de San Simón, que parecía reparado de la vista y que salía desentendido de las suertes, se acopló en un par de tandas por derecha pero más no se confió. Insulso el toro condicionó su labor. Oyó palmas.
Diego Urdiales triunfó en grande en su primero y cortó dos orejas a un sosito que se desplazaba y metía bien la cabeza al inicio del muletazo pero que no estaba sobrado de fuerzas por lo que lo toreó con mimo por derecha en muletazos templados y con gusto, suaves y lentos. Los naturales fueron breves pero buenos. El espadazo que recetó fue fulminante. Al 5º le enjaretó serie de verónicas con un toro que respondió con transmisión, misma que en muleta cambió a genio y a cortedad en la embestida. El torero porfió y le puso ganas pero hasta ahí. La espada cayó perpendicular y oyó palmas.
Alfonso de Lima no se confió con el 3º de San Simón al que saludó con verónicas algo inquietas las plantas. El toro se desplazaba y se entregaba por el derecho pero el torero no quiso entenderse con él. En el 6º se hincó de rodillas para recibirlo con un afarolado engarzado con verónicas que nos hacían ilusionar pero acaso la desastrosa lidia ofrecida al toro en banderillas, echando el capote arriba y dejándolo topar reiteradas veces, hicieron descomponer su embestida al punto que sólo pegaba derrotes y tornillazos, revolviéndose peligrosamente. Alfonso lo intentó pero se le quedaba en el cuerpo. Entró a matar entregándose francamente y el toro le propinó un derrote en el abdomen que lo hizo rodar y quedar a su merced, haciéndole sangrar la nariz con evidente conmoción de la que se repuso. Ante la emotividad del momento el público en pie pidió trofeo para el limeño.FICHA. Plaza de toros El Vizcaíno de Chota. Viernes 27 de junio del 2014. Se lidiaron toros de los hierros San Simón 1º rajado y reparado de la vista y 3º se desplazó por el derecho; San Pedro 4º bueno por derecha y 5º se quedó corto y con genio y 6º rompió en malo, se paró; y Salamanca 2º se dejó aunque soso y 6º rompió en complicado y peligroso. Uceda Leal, palmas y oreja; Diego Urdiales, dos orejas y palmas; Alfonso de Lima, silencio y oreja.
