Sígueme en Twitter @magalyzapata
Istres (Francia), 15 de junio de 2014. Toros de Garcigrande, el 1º devuelto a los corrales, y Domingo Hernández (1º bis, 5º y 6º), correctos de presentación y de juego desigual. José Miguel Arroyo "Joselito", dos orejas y dos orejas y rabo; Morante de la Puebla, ovación con saludos y oreja tras aviso; y Cayetano Ortiz, que toma la alternativa, oreja y silencio tras aviso. Entrada: Lleno de "No hay billetes". Cayetano Ortiz tomó la alternativa -tras ser devuelto el titular y correr turno- con "Creído", nº 29, castaño bociclaro, de 525 kilos y nacido en febrero de 2010. Joselito reapareció con "Bravucón", nº 11, castaño claro, de 515 kilos y nacido en marzo de 2010 y le cortó el rabo a "Florón", nº 5, negro, de 500 kilos y nacido en marzo de 2010.
Joselito reapareció a lo grande cortando cuatro orejas y un rabo en el festejo de este domingo en Istres. El madrileño fue sacado a hombros del coso de El Palio a los gritos de ¡torero, torero!, coreados por un público enardecido ante la actuación del diestro.
Cortó por delante las dos orejas del buen toro de Garcigrande con el que regresó a los ruedos. Recibió bien de capote al animal, con verónicas flexionando la pierna primero, luego otras de pie y una torera media de remate. Tomó un único puyazo corto en el picador de reserva el toro antes de que José quitara con cuatro verónicas a pies juntos coronadas con un lance a una mano. Brindó después al público una labor iniciada con cuatro ayudados por bajo a una res que resultó noble y de muy buen juego. Hubo derechazos y naturales muy relajada la planta, algunos ejecutados a cámara lenta. La música interpretó el "Himno al amor" de Édith Piaf para acompañar a una faena en la que el torero, con inteligencia, dio las pausas necesarias al toro para que éste se recuperara entre series. Hubo adornos antes de matar de pinchazo, metisaca en los bajos y entera. A pesar de ello logró un gran triunfo y levantó al público de sus asientos.
Dos orejas y rabo cortó Joselito del cuarto tras una gran faena que desató la locura en los tendidos. Arrancó con buenas verónicas, rodilla en tierra, rematando con un lance a una mano. El toro tomó un único puyazo y el torero quitó por tres chicuelinas y una media. Brindó el madrileño a Morante, iniciando su faena de muleta con tres ayudados por alto. El toro, noble, fue toreado con gusto y sentimiento por los dos pitones mientras la banda de música interpretaba el "Concierto Aranjuez". Pareció como si nunca hubiera dejado de torear. La faena, coronada de una estocada entera perfecta, se vivió bajo una lluvia muy fina.