Un faenón de antología firmó esta tarde en Madrid el extremeño Miguel Angel Perera. Cuajó un toro de inicio a fin, con temple, rítmo y compás, con mucha cabeza aplicando a conveniencia alturas y distancias, cruciendo, envolviéndose de la embestida que debió y surgió lenta y pausada por la condición del toro. Dio la dimensión de auténtica figura como lo hemos visto en Acho varias tardes. Con rotundidad de una plaza envuelta en pañuelos y a pesar de la rabietilla del presidente al verse obligado a descolgar el segundo pañuelo, salió a hombros con las dos del 3o y una del 6o.
Plaza de Toros de Las Ventas. Decimocuarta de abono de la Feria de San Isidro. Lleno de no hay billetes en tarde agradable. Toros de Victoriano del Río desiguales de presentación, de buen juego segundo y sexto, sobrero (1) de Zalduendo anovillado y vacío
El Juli: silencio y palmas
José María Manzanares: ovación y silencio
Miguel Ángel Perera: dos orejas y oreja tras aviso
Foto Aplausos
