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José Tomás se reencontró con la afición de Aguascalientes con motivo de la presentación del libro “Diálogo con Navegante” esta tarde en el Museo de la ciudad, cuando se cumplían cuatro años de la grave cornada que ese toro le infirió en el muslo izquierdo y lo puso en peligro de muerte el 24 de abril del 2010.
Durante el acto, el presidente de la Fundación José Tomás, don Rogelio Pérez Cano, recordó que la idea del libro nació el 10 de mayo de 2012 luego precisamente del discurso que pronunció el torero de Galapagar durante la entrega de su III Premio “Paquiro”.
Por ello, cuando José Tomás tomó la palabra, con sencillez y emoción recordó aquellos consejos que le diera quien fuera un gran taurino aguascalentense, don Andrés García, en febrero de 1994, un día después de haber debutado como novillero en el coso San Marcos y entre otros, rememoró el torero llamado “Príncipe”, fue que gracias a ellos fincó realmente su deseo de ser torero, haciendo lo que le nazca, con naturalidad y siempre respetar al toro. Y aunque en aquel 24 de abril de 2014 ya no estaba físicamente, él si lo sentía espiritualmente a su lado y escuchaba que le decía que esto era de toreros, que así pasa, que así los asumiera y que la Virgen de Guadalupe lo protegiera en tal difícil trance.
Fue entonces, dijo José Tomás, que vino el diálogo con “Navegante”, el del toro y el hombre y del hombre con la vida, que por ello era un honor para él estar de nuevo en casa, en Aguascalientes, y en México, donde se hizo torero.