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Es que nunca salimos de lo mismo. Entre mesiánicos y locos. O simplemente ignorantes. Ya dicen por ahí que la ignorancia es atrevida. Y conste que no es insulto, que no digo ignorante, digo ignorancia, o sea ausencia de conocimiento. Eso es lo que endémicamente padece el sillón presidencial de la Beneficencia de Lima. Osea, el ocupante circunstancial. Hoy es doña Carmen Vásquez De Velasco quien en declaraciones a un diario local dijo que la plaza de Acho se subastará por seis años, que se entregará por todo el año y que el arrendatario podrá subarrendarla para que puedan organizar otros espectáculos que no sean taurinos. Tarde pero se dieron cuenta, se ve que no son genios. Y menos, taurinos.
Dice que han conversado con los señores Puga (no dice cuál), Villafuerte, un ‘patronato del Rímac’ que tiene un español detrás y los ecuatorianos (¿serán los de Citotusa? Conversar no es pactar dicen, pero sería mejor que convoquen una amplia sesión con prensa y aficionados para conocer nuestras inquietudes y las suyas.
Dice también que siguen afinando las bases ¿HASTA CUÁNDO? Y que seguirá su precio en oro ¿no se enteran que eso es lo que empuja a la ruina el espectáculo? Pero como mesiánica solución anuncian la creación de un comité consultivo y fiscalizador (o sea asientos en puja para que los contrarios manipulen) cuando eso es obligación del alcalde del Rímac como autoridad de plaza o quien lo represente en tanto quieran dejar de ser monigotes de la empresa de turno.
De ser así, esto no sería más que un golpe al estado taurino, volarse el único documento oficial y legal que tiene nuestra fiesta como es el –siempre violentado– reglamento taurino del Rímac.
(Publicado en la columna Tauropolis del diario Expreso)