Al final se vió el peligro sordo que trajo toda la faena el 5o de Garcigrande y ante el cual El Juli otra vez estuvo enorme. Dando las ventajas al oponente, que lo medía y se reservaba, trayendoselo de largo y luego acortando distancias pero siempre tapado y embarcado, muy toreado, con mucho poder y mando. Lamentablemente al entrar a matar echó la cabeza arriba y lo hizo marrar, la otra entrada fue rotunda y valió para que pidan la oreja y pueda abrir la Puerta del Príncipe. Se cortó la mano izquierda con la espada al entrar a matar.