Con tres cuartos de entrada en la coqueta plaza de toros “Raúl Dávalos”, se lidiaron astados de la ganadería de Campo Bravo. El 1°, 2°, 5° y 6° de impecable presencia. El 3° y 4° con la cornamenta brocha. Todos bravos y que dieron buen juego, salvo el segundo que tuvo inconvenientes en sus cuartos delanteros débiles que no le permitían dejar de caer a la arena.
La actuación de Guillermo Albán fue destacadísima pues, demostró que a más de estar maduro en su gestión como primera figura del país en la actualidad, atraviesa un momento especial que debe ser aprovechado para que el público taurino del mundo lo vea con su real dimensión. Creo que hoy, más que nunca, debería actuar en las mejores plazas de España, Francia y México, frente a los mejores matadores del momento. Poder y temple en el astado al que le cortó las dos orejas y, una mente privilegiada para conseguir que el cuarto de la tarde, de no tener nada que ofrecer, pasó luego de una gran faena para que el público de pie, solicite su indulto.
No quiso quedarse atrás Javier Cortés y, puso todo lo que pudo en el asador y, demostró que viene pegando fuerte, con clase, elegancia, voluntad y gran valentía. El indulto de su segundo toro lo prueba.
Al final de la corrida salieron en hombros los dos matadores triunfadores y el ganadero de Campo Bravo pues, no es muy común, que tantos astados sean triunfadores en una misma tarde.
Guillermo Albán. Dos orejas y dos orejas y rabo en el indulto. Javier Cortés. Palmas y dos orejas y rabo en el indulto. Juan Antonio Benítez. Palmas luego de aviso y una oreja
FUENTE OYT