Huamachuco abrió con desazón y sin trofeos
Por Magaly Zapata
Fue hoy la apertura de la Feria Virgen de Alta Gracia y se abrió con un encierro de San José del Monte que no resultó bueno. Y la terna conformada por Román, Galdós y Pepe Moral, hicieron paseíllo sin montera por ser la tarde de su presentación en plaza, desafortunada por cierto ante las casi nulas opciones de lucimiento que les dejó el material que tuvieron entre manos y al que, de tener mas fortuna con el acero, le hubieran cortado más de un trofeo. Así las cosas Pepe Moral fue el único premiado con vuelta al ruedo tras petición desatendida.
Si me preguntas si fue mala por mansa, podría decir que ese fue el primero, de no desplazarse de quedarse emplazado mirando sin atender capotes, de unas hechuras de catálogo y que tras escupirse dos veces del caballo fue devuelto sin intentar picarlo en querencia si quiera. No salió sobrero y corrió turno. De ahí en más todos empujaron en el peto con más o menos clase incluso el último tumbó al picador y se rompió empujando al caballo mitad de ruedo a los medios.
Corrió turno decia y por tanto Pepe Moral se quedó solo con un toro, el cuarto que se movió con fuerzas justas que hubo de administrar jugando con la altura en que embarcaba con su muleta y aunque se vencía por el pitón izquierdo fue por donde llegaron los mejores muletazos, al natural evidentemente, y uno en especial que resultó redondo, a media altura pero eterno, sin ser el mejor lado para ejecutar el toreo, lo hizo. Vale mil el empeño por cómo iba la tarde. Más estructurado en el toreo por derecha, apostando por bajar la mano y conducirlo tan largo como se dejara el toro aunque aveces debiera pulsear e insistir para llevarlo hasta atrás. Una pena que pincho arriba y aunque hubo petición La Torre del palco no quiso acceder. Moral dio una vuelta aclamada al ruedo. Brindó su faena a Monseñor Ricardo Coronado y a su señora Madre, doña Clara.
Román con su lote estuvo dispuesto y buscándole las vueltas siempre. Sea que debía bregar telas abajo en el saludo sin el lucimiento que se espera perentorio sea que las embestidas no rompían y no tenían clase o como su primero medía, lo miraba reticente a entregarse. Tampoco estuvo acertado con el acero.
Galdós brindó el primero de su lote a su padre que precisamente tomó la alternativa en esta plaza hace unos años y de no pinchar dos veces hubiera tocado pelo. Ese tercero fue bonito, de color melocotón según se dice el el argot, y salió diferente con Alegria y rematando en burladeros por ello y porque en una arranque se estrelló en el madero se dañó el pitón izquierdo y quizás eso motivó que Joaquín no usara la zurda y que apenas lo señalaran en varas. Tenia bonito galope el toro en la muleta y el limeño con pausas templó sus embestidas que fueron a menos en recorrido y en fuerzas. Enterró el acero al tercer intento y no tuvo premio. Con su segundo no tuvo opción en muleta con el que tumbó al picador y llegó al final rajado y mansesndo. Abrevió.
Así se nos fue una tarde que nos deja desazón ante los resultados de un hierro joven que tiene de las mejores sangres de bravo de España y de America en sus cruces, que en las tientas han ido a más en cuanto al comportamiento de sus vacas y por eso nos deja desazón con este resultado de hoy. Es el momento de encontrar las razones y reconducir el camino que tiene mucho por andar.
