martes, 7 de febrero de 2012

Tomás Unger ’una corrida de toros la encuentro mucho menos violenta o cruel que cualquier película de Tarantino y la mayoría de las de Scorsese'


El ingeniero, escritor y columnista de ciencia y tecnología, Tomás Unger, que escribe por décadas en el diario Décano de la prensa peruana como es el diario El Comercio, analiza hoy en su columna VIDA & FUTURO el tema de la prohibición del ingreso de menores de 18 años a las corridas de toros que pretende aprobar el Congreso del Perú, bajo el título "El Hombre y los Animales".

Visto desde la perspectiva de un hombre de ciencia, sin sesgos ni prejuicios encuentra que la violencia a la que aduce el mencionado proyecto de ley (546) aprobado en la comisión de Cultura “parece un argumento surrealista para quienes tenemos un televisor o acceso a internet” porque la violencia y crueldad, asegura, “son omnipresente y de libre acceso…” y pone en evidencia “la arbitrariedad de las diversas actitudes hacia la violencia y crueldad”.

Entre ellas, señala la violencia y crueldad entre los hombres, en disciplinas deportivas como el box, el fútbol americano y el hockey sobre hielo en la que investigaciones recientes “ han demostrado el alto riesgo de muerte temprana o invalidez por lesión encefalocraneana”.

En la relación hombre-animal, indica que en países más desarrollados la cría de ganado y animales para consumo humano alcanza los cientos de millones y “la manera más eficiente de hacerlo supone ignorar totalmente los instintos y naturaleza del animal y mantenerlo vivo hasta que alcance las características más adecuadas para convertirlo en alimento más rentable”.

Con meridiana claridad señala las formas de violencia y crueldad hacia los animales desde la tecnología y lo que llama “otras tecnologías”. Que alcanza, en lo primero, a “la vida de un animal ‘industrial’, ya sea ave, cerdo, bovino, etc… han sido degradados a una existencia miserable, no, no sabemos lo que piensan, si piensan, o lo que sienten. No nos interesa. Cuando se trata de comer o ganar dinero, cazamos ballenas con arpones explosivos, colgamos animales vivos para que se desangren y vendemos ‘pâté de foie’...”

En lo segundo, es decir del otro lado, dice Unger, están los animales silvetres los que son agredidos por “la otra tecnología”. Se talan bosques, se construyen represas y gaseoductos, se echan sustancias tóxicas al agua y se alteran los ecosistemas. Entre todo ello, hay especies amenazadas, miles de animales que mueren por colisionar con “nuestra tecnología… desde pájaros que chocan con edificios, de animales atropellados o electrocutados hasta los envenenados en lagos, ríos y playas”.

Por eso, y a pesar de los muchos que intentan hacer algo por la defensa de la naturaleza y biodiversidad, el autor de la columna se pregunta ¿y los toros? ¿Qué efecto puede tener sobre nuestra relación con los animales, el prohibir el ingreso de menores a los toros?, o para el caso prohibir el uso de animales de laboratorio. “Por qué no prohibir la venta de hamburguesas (si realmente las hacen de carne de res), reduciendo el número de reses sacrificadas?” Expresa claramente que bajo este esquema “el pretender que (prohibiendo el ingreso al espectáuclo) defendemos a los animales me parece una total e indignante hipocresía”.

Y apunta que en cualquier canal de cable “En cuanto a la violencia, solo pido que vean cinco minutos de avisos que anuncia sus estrenos se encuentran más de 20 muertos (hombres, mujeres y niños) en cinco minutos. Dos acuchillados, uno quemado, otros por explosión y el resto a balazos. No he oído ningún debate sobre una revisión de los programas de TV con miras a impedir que los niños vean violencia… Personalmente, encuentro una corrida de toros mucho menos violenta o cruel que cualquier película de Tarantino y la mayoría de las de Scorsese”.

Tomás Unger, nació en 1930, en Cracovia, Polonia. Casado con Leonor Salazar, tiene 4 hijos y 7 nietos. Estudió primaria y media en el Colegio Champagnat de Miraflores, luego Ingeniería, en Oregon, (EE.UU.) y se graduó en la Escuela Nacional de Ingenieros en 1953. Además de su profesión, desde 1956 se ha dedicado a escribir en diversos periódicos sobre temas de automovilismo, ciencia, y la columna Crónicas Hepáticas. Por sus artículos de divulgación científica ha recibido varios premios internacionales.

Ha conducido programas de televisión y publicado los siguientes libros: Petróleo Hora Cero, Crónicas Miraflorinas, 5 tomos de Ventana a la Ciencia, Pilas y Baterías: De la Rana al Reloj Digital, Temas de Ciencia, El Lenguaje
de las Drogas, Crónicas Hepáticas, El Automóvil, El Rescate de un Siglo, La Colección Nicolini y Nueva Ventana a la Ciencia. Es Director de la revista Automás.
http://tomasenlinea.com
Twitter: @tomasenlinea
Fotos El Comercio