TerminΓ³ el mes de mayo con M de Morante
Por Magaly
Zapata
El mes de mayo se viviΓ³ con M de Morante. De inicio a fin, su arte se cantΓ³ y contΓ³ desde Sevilla a CΓ‘ceres con el cenit de Madrid y abriΓ³ junio de manera incontrastable. Los toreros artistas, aquellos que pellizcan el alma cuando expresan, rara vez mantienen la consistencia en su agitada temporada. Su lΓmite no es tΓ©cnico, sino Γntimo, ponerse a prueba con el valor consciente de cruzar la raya al toro cada tarde.
Morante lo hace, mucho mΓ‘s de lo que en su momento hicieran Rafael y Curro como referentes histΓ³ricos y cercanos, siempre que perciba que su creaciΓ³n, con entrega y exposiciΓ³n ante el peligro y la muerte, encuentre el fundamento de casta y bravura para que aquello se eleve. Tiene la capacidad y lo sabe. Un artista no desperdicia el sentimiento.
Por eso el arte de Morante es diferente, y no deja indiferente a nadie. Conjuga el arte de lidiar toros y el torear. Somos cuerpo, mente y espΓritu, y cuando se quiebra la arista de la mente, el equilibrio se resiente, el cuerpo duda, el alma se repliega y el arte mΓ‘s hondo pierde su cauce. Fueron 210 dΓas de silencio, de sombra, de ausencia hasta su regreso el 29 de marzo en Almendralejo.
Morante logrΓ³ volver desde esa grieta con su toreo como testimonio pues quien regresa del abismo, torea con otra verdad. Sevilla: Dos orejas el 1 de mayo, lecciΓ³n de valor, calidad y maestrΓa lidiadora a un manso; 5 de mayo, oreja con el peor lote; 9 de mayo, compendio de tauromaquias en su genialidad ante dos claudicantes; Bronca en Valladolid por lo que no pudieron ver sus acΓ³lito y no por su culpas; Oreja de esfuerzo en Talavera de la Reina; en Jerez el de La Puebla corta tres orejas y un rabo a los cuvillos pero el cenit llegΓ³ el 28 de mayo en la Corrida de la Prensa en Madrid, un aΓ±o ausente, para firmar con el buen “seminarista” de Garcigrande su mejor tarde en Las Ventas. Lo cuajΓ³ con cadencia, suavidad, temple, naturalidad y gusto, con capote y con muleta, pero sobre todo con sentimiento, mucho sentimiento. Solicitud de trofeos no atendida por un palco insensible a la historia. En CΓ‘ceres el viernes 30 retomΓ³ ruta, oreja a los detalles de torerΓa; 31 en Γvila, faena de poso, que le valiΓ³ dos trofeos; y en Aranjuez el domingo 1, abriendo junio, desatΓ³ el delirio, tres orejas y a hombros.
No es moneda comΓΊn que un excelso artista del toreo se lleve en el esportΓ³n 6 orejas en tres dΓas. No importan los nΓΊmeros, pero son referencia de su arte lidiador. Importa la esencia. 28 aΓ±os de alternativa por cumplirse el 29 y de regreso de las tinieblas su toreo tiene hoy otra hondura.
SΓ³lo quien ha bajado a sus propios abismos ya no torea por estΓ©tica, sino por necesidad: para decir lo que solo el arte —y su gesto— puede expresar. Un torero profundamente inspirado en lo estΓ©tico, lo trΓ‘gico y el toreo como filosofΓa de vida; lleva la tragedia de Gallito y Belmonte en sus venas, uno soΓ±Γ³ con la perfecciΓ³n, el otro con el abismo. Morante camina entre ambos.
M de
mayo, de Morante, de melancolΓa, de mΓΊsica callada. Fueron 210 dΓas sin torear, proceso
espiritual de purificaciΓ³n interior, dolorosa, quizΓ‘s necesaria para revelarnos
su verdad en la esencia mΓ‘s pura: La verdad del toreo.