La Fiesta de los Toros y su Libertad
Por Monseñor Ricardo Coronado
Hoy se ha recibido con júbilo el fallo del Tribunal Constitucional del Perú: La Tauromaquia es constitucional. Es decir, posee elementos que le conceden un status no sólo legal, sino legítimo. Por tanto, no le es posible a ningún tipo de autoridad prohibir, obstaculizar, o de cualquier modo vulnerar esta actividad artística en el territorio de la república. No obstante, todavía nos encontramos con otros escollos que erosionan la integridad de esta afición artística, y es justamente el extremo contrario. Muchas autoridades municipales han hecho de los eventos taurinos un monopolio inexpugnable.
Esta realidad se ejemplariza en la "Feria del San Juan Bautista de Chota". Desde hace varias décadas la organización, gestión, contabilidad y diseño de la fiesta corre bajo los auspicios de la Municipalidad Provincial de Chota. Pese a que se dice que no se usan recursos municipales, la realidad es que la feria ha sido gestionada por las autoridades ediles. Tan ilegal conducta se solemniza incluso con sesiones de Concejo en los que se determinan ganaderías, diestros, y demás detalles de los tres días de feria.
Curiosamente, después de sugerirlo por todos los medios accesibles a los buenos entendedores parecía que se barruntaba una gran esperanza: ¡Por fin un patronato! Un patronato sin dictados políticos, ni dependencias partidarias, sin servilismo a la autoridad edil y con transparencia financiera. Eso parecía hacerse realidad. Los nombres y reputación de personalidades de indudable integridad moral se habían propuesto para este fin. Sus gestiones estarían al servicio de la inminente edición de la feria 2020.
Pero esta esperanza está en riesgo: Los ediles no proponen un patronato, sino sólo una simple comisión semejante a las que nos han tenido acostumbrados. Pareciera que desean cambiar todo lo accesorio con tal de no modificar lo sustancial. Si la municipalidad no tiene el control inmediato, al menos sí el control remoto. Creo que se ha visto y padecido con suficiente paciencia las desventuras a las que nos han llevado y traído las indebidas gestiones del municipio. Curiosamente en la última campaña electoral para el municipio de Chota se prometía "devolver a la afición" la gestión de su feria. Si algo queda claro es que las promesas de campaña no se reflejan en las ejecuciones del gobierno municipal. Ni de otros niveles de gobierno.
La propuesta no debe cejar. Debe haber un patronato con personería jurídica propia e independiente del municipio que gestione la feria. No obstante, a los ilustres integrantes de esta "comisión" les auguro los mejores éxitos si sólo les es posible quedarse a medio camino. O al comienzo del mismo. Pero no se debe dejar de tener en cuenta que tanto la prohibición como el monopolio por parte de las autoridades públicas son sendos abusos. Así como se reclama a la autoridad que no nos amenace con violentar nuestro derecho a conservar nuestras tradiciones, ni a nuestra forma de celebrar nuestras creencias, también les reclamamos que no se apropie de ellas. Con la libertad que nos da una sociedad democrática y civilizada los aficionados tenemos derecho a nuestra independencia, autonomía, transparencia y rectitud en la gestión de nuestros bienes inmateriales como es este. El patronato, debe ser un objetivo de liberación y los que componen esta provisional "comisión" deberían ser los componentes del anhelado patronato.