miércoles, 12 de julio de 2017

Tauropolis: No hay más que echar palante...




Se presentó el cartel de la Feria Señor de los Milagros 2017 sin la presencia del empresario Juan Manuel Roca Rey y solo con los representantes del consorcio Casa Toreros.  

Debo confesar que no fue para mi una sorpresa total pero si en algún un caso particular.  Me explico. Ya había escrito algo al respecto a manera de avance, siempre sujeto a confirmación.  De esto en algo acerté como la presencia de Manzanares y Ponce, de Garrido, Escribano y Adame y también  la ausencia de Talavante, lamentablemente.  

Entre otros ausentes, para la categoría de Acho resulta inexplicable la no comparecencia de El Juli. También la de Ferrera por haber sido triunfador de Sevilla.  Y me alegra que finalmente llegaran a un acuerdo económico con Castella y también con Ginés Marín, triunfador absoluto de Madrid con trofeos feriales en mano.  Y que se haga el esfuerzo de traer ganado español para dar realce al serial.  

Y es que una plaza con la solera de Acho merece tener en su postinera feria a las principales figuras del escalafón, así como a los triunfadores de Sevilla y Madrid. A los mejores y a los consagrados.  

Es así que de los "pesos pesados", comparando con lo escriturado el pasado año, el cartel presenta una considerable baja en cantidad y calidad.  Y una feria que se precie debe tener carteles rematados y balanceados, más aun si apenas tenemos cinco tardes.  

Frente a esto, apuestan por toreros jóvenes que serán los que amenizarán años venideros, señalan. Ese  creo que sólo es el caso de Ginés Marín y José Garrido.  Porque sin restar méritos y aunque destaque la  presencia de Colombo ante su actual año de novillero, triunfador en Madrid y Pamplona, se me antoja apresurada su presencia en Acho anunciándose en corrida de toros cuando no se conoce fecha de su doctorado y estaría llegando a la primera plaza del Perú sin bagaje en el escalafón mayor, lo que no sucedió ni con Roca Rey.  El propio novillero lo dijo: Espero tomar la alternativa a final de campaña y competir con las figuras en 2018. La única explicación que encuentro es el peso de compartir apoderado con Ponce y acceder a exigencias de las figuras de no abrir carteles.  

Inexorable mencionar al español Rafael Serna, dicho sea con respeto a quien se pone delante, pero sin méritos profesionales para estar en este cartel y menos para abrochar el serial, por mor de ser de "casa" y estar para abrir corrida por esa moda impuesta desde hoy, de confirmar alternativa cosa que en Acho nunca se dio, esa era su tradición, rota este, el año 251 de su historia. Ni Belmonte ni Joselito, tampoco Manolete, ni Ojeda y menos José Tomás lo requirieron y aceptaron la tradición.  Y hoy Peramás atracó.  

Se caía de madura la presencia de los peruanos 'europeos' en el cartel ferial, Andrés Roca Rey (único a dos tardes) y Joaquín Galdós, sorpresa verlos anunciados juntos otra vez, casi como aquella de novilleros.  Importante la consideración de un puesto más para un nacional aunque lamentable dejar fuera al que más torea en el Perú, que es de lejos Juan Carlos Cubas; o  que no se apueste por otro nombre entre los que se han fajado los últimos dos años; o por dar futuro a un joven.  

Decisiones empresariales, sí. Del que se juega su dinero, sí. Tan cierto como que el abonado paga para ver carteles rematados, y a precios caros de Acho, justificado si el esfuerzo es por ver a los mejores y a los consagrados.  Imagino que por ello los precios serán diferentes según el cartel y que en ciertas filas de Sol habrá una rebaja del 40%.  

Así las cosas, está claro que la apuesta fuerte está en las fechas de apertura y cierre por su estructura aunque estén sin rematar, y  que complicado será vender el resto.  

Y aunque  esté sujeta a censura, así es cómo veo que están los carteles de Acho, rematados, me atrevo a decir que ninguno, balanceados, puede que un par.  No hay más que partir plaza y echar palante, suerte a todos, que Acho necesita llenos de bandera para dar cada tarde la mejor manifestación taurina al mundo.  Esta debiera ser la mejor razón y motivo para estar cada tarde en ese hermoso tiesto de arena tendido al sol que transita 251 años de historia y lleva la bandera de la tradición taurina del Perú.   



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