En días pasados recibimos el comunicado de la Asociación Francesa de Cirugía Taurina en el que se explica detalladamente los últimos minutos del matador Iván Fandiño en torno a su atención médica en la enfermería de la plaza de Aire Sur L’Adour, el pasado sábado 17 de junio, al recibir una cornada en el tercer toro de la tarde, en un quite al que no era su toro, y luego falleció.
TEXTO DEL COMUNICADO
(Traducción Carlos Musse)
Antes de autorizar el desarrollo de la corrida que estaba prevista para las 18:00 horas, el presidente, señor Eric Encinas, inspeccionó la enfermería según reglamento taurino y constató la presencia de un equipo médico formado por un médico cirujano, un médico anestesistas, dos enfermeras anestesistas, dos enfermeras, dos asistentes y dos auxiliares de primeros auxilios. La enfermería estaba equipada con material intervenciones con anestesia y cirugía de urgencias según el reglamento taurino francés. Una ambulancia se encontraba en el lugar para realizar el traslado en caso fuera necesario.
A las 19:30 horas, como aparece en el informe del Doctor Darracq, cirujano de la plaza, Iván Fandiño ingresa a la enfermería en un estado de emergencia absoluto, con signos de shock, el rostro gris y con muy baja presión arterial.
En ausencia de una hemorragia externa aparente, e infiriendo una hemorragia interna, el doctor Darracq y su equipo comenzaron a estabilizar al torero por la vía venosa, fue entubado y anestesiado de manera inmediata.
Según la exploración física de la herida, fue una cornada en el lado derecho del tronco con una penetración de 4 cm. Sin embargo, la exploración digital de la herida ha arrojado como resultado que la cornada tuvo una profundidad de 15 centímetros en dirección al tórax con la destrucción de los músculos intercostales y en la zona baja del peritoneo se encontró un bulto, significando esto una lesión intraperitoneal.
Un ducto fue introducido en este desprendimiento obteniendo muy poca sangre. Desde el ingreso de Iván Fandiño a la enfermería, la transferencia en helicóptero estaba organizada con la intención de trasladarlo a Burdeos para una eventual intervención torácica.
Asimismo, es importante mencionar que tal tipo de traslado no permitía ofrecer los cuidados necesarios durante el vuelo, ya que los daños sufridos eran muy severos.
Ahora bien, la presión arterial extremadamente baja de Iván Fandiño desde que ingresó a la enfermería, hacía presagiar un paro cardiaco en cualquier momento.
Después de haber estabilizado las funciones vitales y con un pronóstico de mejora. Se decidió trasladar a Iván Fandiño al hospital de Layné de Mont de Marsan en una ambulancia escoltado por dos policías motorizados y en compañía de un médico anestesista/reanimador.
Como desafortunadamente se infería, Iván Fandiño tuvo un primer paro cardiaco en la ambulancia. Sin embargo, él pudo ser reanimado.
El doctor Poirier, jefe de servicio y portavoz del Hospital Layné, quien había viajado en la ambulancia, constató el deceso del torero después de un segundo paro cardiaco en el hospital después que los esfuerzos por reanimarlo nuevamente se desvanecieron.
Después de haber realizado la autopsia del torero, se confirmó la hemorragia interna (tres litros y medio de sangre negra proveniente de glándulas hepáticas) la herida mortal en la vena cava, así como las lesiones al hígado, el riñón y los pulmones fueron calificados como irreversibles, afirmando que ningún procedimiento hubiera podido impedir el fatal final.
El destrozo de la vena cana es mortal casi en el 100% de casos en un tiempo muy breve.
Así lo confirmó el profesor Fabien Thaveau, cirujano vascular y cirujano de plazas de toros, una herida de vena cava superior ampliada hacia las venas sub hepáticas lleva de manera casi sistemática a un final fatal al paciente.
La pregunta realizada fue: ¿por qué ningún reporte o informe médico ha sido publicado por parte de la enfermería de la plaza?
La respuesta es simple: conforme a la legislación francesa sobre el secreto médico, los médicos no tienen el derecho de hacerlo. Solo el paciente o sus acompañantes pueden ser quienes brinden esta información confidencial.
El informe médico realizado por el doctor Darracq fue enviado al entorno de Ivan Fandiño cuando el dejaba la enfermería. En virtud de esta legislación, los documentos que la UVTF ha vertido solo pueden ser publicados por la familia del torero si lo creen conveniente.
Todos los cirujanos que han brindado una opinión sobre la herida recibida por Iván Fandiño acuerdan que desgraciadamente era una herida mortal y que era imposible de poder escapar de ese destino bajo las condiciones que fueren.
Por otro lado, la Asociación Francesa de Cirugía Taurina, representada por su presidente , el doctor Olivier Chambres, corrobora completamente el análisis de hechos y las conclusiones presentadas en este comunicado.
La UVTF desea resaltar el trabajo admirable y el compromiso del doctor Darracq y de son equipo en las números plazas de toros del sudoeste de Francia, así como el de todos los otros equipos médicos agrupados dentro del seno de la Asociación de Cirugía Taurina, gracias a quienes la temporada francesa puede desarrollarse en condiciones óptimas de seguridad para los toreros.
La UVTF y la AFCT agradecen a Néstor García, apoderado de Iván Fandiño, quien estuvo a su lado hasta sus últimos instantes, por su declaración al diario El País: “Iván ha sido tratado de la mejor manera en la enfermería, pero la cornada era irreparable; Iván ha fallecido porque era inevitable”.
La UVTF lamenta la tristeza que hoy llega a la plaza de Aire y envía sus condolencias a la familia del gran torero que fue Iván Fandiño, a su apoderado y cuadrilla, a sus amigos cercanos e igualmente a la inmensa familia taurina, que su solidaridad y coraje han sido demostrados durante la misa en la iglesia de Orduña para honrar la memoria de Iván.
