Sucedió en 1970 en Madrid por los damnificados del terremoto en el Perú
Un quite al destino. Eso es lo que podríamos decir al recordar lo sucedido hace casi 47 años en la plaza de toros Las Ventas de Madrid, cuando don Antonio Bienvenida y don Luis Miguel Dominguín torcieron la fatalidad y la desgracia con su expresión torera cuando decidieron hacer el paseíllo en mano a mano en un festival taurino pro damnificados del terremoto que había asolado el Perú, mi país, el 31 de mayo de 1970, hace casi 47 años.
Aquella fatalidad del destino dejó al Perú sumido en un desastre que sumó más de 80 mil muertos, 20 mil desaparecidos y tuvo más de 150 mil hospitalizados que requerían atención, con más de 70% del país destruido y en ruinas.
Todo viene a cuento porque como aquel 1970 los peruanos necesitamos ayuda y el toreo siempre ha tendido la grandeza de ponerse de pie para estar al lado de los más necesitados. Ya lo demostraron aquellos dos figurones históricos del toreo cuando aquel 12 de octubre cruzaron el anillo de Las Ventas de Madrid para mostrar su ayuda a una afición y un pueblo que los cobijó y admiró, más aún cuando en el caso de don Antonio Bienvenida fue distinguido con la vitola de "Torero de Lima" tierra a la que llegó aún siendo niño en la cuadrilla familiar que trajo su padre El Papa Negro, don Manuel Mejias Rapela.
Hoy el toreo puede volver a hacer otro quite a la fatalidad.
Son dos los toreros peruanos que hoy transitan la temporada española y francesa, y uno de ellos destacado en la cumbre con aromas de figura y evidente tirón de taquillas, algo que demuestra cada tarde. Recurro en principio a ellos y tambien -por qué no- a las figuras que son capaces de llenar plazas y los ganaderos para que toreen por el Perú desinteresadamente.
Esta estampa solidaria la necesita mi país y la necesita el toreo para resonar allende sus muros. Ahí dejo lo dejo, más que una idea es un deseo, si acaso una ilusión que espero no quede en solo una quimera.