Aún con la emoción a flor de piel, los peruanos a este lado del charco, lejos del epicentro de la noticia taurina, aún seguimos pegados a lo que la internet nos pueda decir, nos pueda contar, sobre el triunfo del novillero peruano Andrés Roca Rey hoy en la plaza de toros de Las Ventas en Madrid, la más importante del planeta toro.
MUNDOTORO en su portada señala: El peruano abre la Puerta Grande y sale lanzado de la plaza de toros de Las Ventas. Titula sus cróncas "Roca y Rey" agreando: Ambición, capacidad y carácter fueron las armas del torero limeño frente a una novillada seria y exigente de La Ventana del Puerto, con la que también dieron la cara Tomás Angulo, que dio una vuelta al ruedo, y David de Miranda. Su etiqueta de esperanzadora promesa la canjeó de golpe por otra de firme realidad con una tarde deslumbrante de capacidad y ambición. Tremenda la tarde del peruano -que bien le viene por cierto este éxito al toreo hispanoamericano- con un lote que, por serio y exigente -como toda la novillada- fue el ideal para constatar que el limeño no va de farol. Se arrimaron como perros también sus dos
compañeros de cartel, Tomás Angulo y David de Miranda. No perdonaron un quite, rivalizaron con la tela rosa, incluso el extremeño debió irse a su casa, además de con el fuerte porrazo del primero, con una oreja del cuarto que con creces mereció. Cuando uno predica y pregona su afición a los toros, lo hace por ver tardes como esta.
Sobre su labor señalan en MT: Ya en un quite al segundo había dejado claro Roca Rey, que además se presentaba en Las Ventas, que no había venido a cortar el cupón, y volvió a dejar su sello en el colorado tercero, alto y estrecho de sienes. Quitó de modo variado y versátil y apostó por no castigar al de La Ventana en el caballo. Así le llegó con más brío al último tercio pero también con más temperamento. Aprovechó el torero la movilidad primero para someter al novillo en dos series de gran intensidad y aguantó luego su carácter, además de una voltereta tremenda que lo pudo partir por la mitad cuando se echó la muleta a la zurda. Mermado físicamente tiró de raza el torero para rematar su faena, que rubricó de una estocada de rápido efecto antes de amarrar una oreja importante.
El sexto fue un sobrero de José María López muy astifino, tremendamente exigente, que embistió por la determinación con la que se puso Roca Rey. Sin una duda. Sin una pausa. Sin una prueba. El engaño por delante y muletazos de mucha hondura y sometimiento. Tuvo estructura la faena, ligazón y hasta momentos de inspiración en los remates, porque el peruano, además de arrestos, tiene facilidad y el toreo le fluye. Hasta dos volteretas le costó su gallarda manera de buscar la Puerta Grande, dos cogidas de impresión y tres cornadas, calificadas de pronóstico reservado que no mermaron su coraje ni le impidieron salir en hombros. Media estocada le sirvió de salvoconducto a la gloria.
APLAUSOS apunta en portada: El novillero peruano pasea una oreja de cada uno de sus oponentes en una tarde en la que demostró temple, técnica, corazón y un toreo de mucha verdad. El peruano portó en volandas una bandera de su patria, Perú, y tras cruzar el glorioso umbral de la puerta grande entró en la enfermería del coso para ser atendido de tres heridas por asta de toro, además de contusiones y erosiones múltiples según reza el parte facultativo.
Sobre su labor, dicen: El tercero fue un novillo exigente y con carácter. El peruano Roca Rey se lució en un variado quite en el que alternó chicuelinas, caleserinas y tafalleras. Acertó a conducir por abajo la embestida del animal en las dos primeras tandas tras abrir faena en los medios con pases cambiados ajustados. Cuando el novillo perdió celo, Roca Rey apostó por exprimirlo con valentía, resultando prendido de forma espectacular, en principio sin consecuencias aunque con un palizón. Concluyó de una estocada y paseó una oreja.
Otro trofeo logró del sexto. El titular de La Ventana fue devuelto a los corrales por descoordinado, saliendo en su lugar un sobrero de José María López que tuvo buena condición, nobleza y movilidad. Roca Rey, muy convencido de sí mismo, construyó su faena sobre la base de la técnica, la firmeza, la entrega y la solidez. Templó muy bien la embestida y corrió muy bien la mano -sobre todo la izquierda-, aguantando las indecisiones de su oponente. Aunó concepto y corazón, sufriendo dos volteretas durante la faena. Mató de una estocada corta y paseó el apéndice visiblemente mermado de facultades por las cogidas.
BURLADERO TV indica en su crónica: Premio al temple y al valor. Ni siquiera las heridas de guerra le quitaron las ganas de soltar la bandera de su país en la clamorosa salida por la puerta grande del coso venteño al novillero Roca Rey, primer peruano de la historia que consigue descerrojar la ansiada puerta de la gloria. Sin duda alguna, premio que se ganó a pulso en una tarde de corazón, temple y valentía en partes iguales, a pesar de ser prendido por tres veces, una en el tercero de orden de lidia y dos en el sexto; la última produjo herida por asta de toro que en el momento de la confección de la presente está siendo atendida en la enfermería de la plaza (sin que sea confirmado, el torero posee tres cornadas, gemelo, muslo y escroto).
Y así lo contamos en Burladero América, toro a toro...
y también en este blog... informes de Fernanda Cáceres desde Madrid
PARTE FACULTATIVO DE ROCA REY.- "Tres heridas por asta de toro, una en cara posterior tercio medio muslo derecho de 5 cm. que afecta aponeurosis de músculos isquiotibiales. Otra en tercio superior cara externa de la pierna izquierda de 3 cm. que afecta a piel y tejido celular subcutáneo. Y una tercera que produce desgarro en escroto y pene. Contusiones y erosiones múltiples. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza, pasando con cargo a La Fraternidad al Hospital San Francisco de Asís. Pronóstico reservado".