Por Zabala de la Serna en El Mundo
San Isidro da y quita, pero sobre todo da. Madrid no sólo es la catedral del toreo, sino la capital de las finanzas taurinas, donde 10 minutos de gloria pueden convertir lo mundano en leyenda y donde mejor se puede tomar la temperatura al sector. Durante 31 tardes, la plaza de Las Ventas será el epicentro artístico del orbe taurino, pero también un hervidero en lo crematístico. El impacto económico de San Isidro y de la Feria Arte y Cultura Taurina ascenderá a 46,8 millones de euros. Y el Estado recaudará nada menos que siete millones en concepto de IVA.
Ya se ha puesto el cartel de «no hay billetes» en 11 tardes, y el abono cubre el 83,1% del aforo, así que, tomando como referencia un aforo medio del 90% (que, como se ve, es una estimación a la baja), la recaudación en taquilla ascenderá a 15,7 millones de euros. Además, el impacto indirecto e inducido que tendrá este ciclo en la economía será de 31 millones, según las estadísticas del Ministerio de Industria y del INE.
Frente al argumento de los antitaurinos sobre la supuesta «inviabilidad» de la Fiesta sin ayudas públicas, estos datos arrojan una realidad empírica e irrefutable: la Fiesta no sólo es sostenible en Madrid, sino que es muy rentable para las administraciones. Sólo la venta de entradas aportará 2,6 millones de euros en concepto de IVA, teniendo en cuenta que las dos novilladas y los tres festejos de rejones tributan por el tipo reducido de este impuesto (8%), mientras que las 26 corridas lo hacen por el tipo general (18%).
Además, toda la generación indirecta e inducida de riqueza tiene su reflejo en la recaudación fiscal. Según la Agencia Tributaria, el tipo medio ponderado del IVA en Madrid es del 14,24%, por lo que la recaudación por estos conceptos ascenderá a 4,4 millones.
En total, el Estado ingresará 7 millones. Es decir, más que el IVA que generó en todo el año 2010 (último con datos disponibles) la taquilla del cine español (6,4 millones). Y el doble del IVA recaudado en un año en los conciertos de música clásica.
De esos 7 millones, 3,5 irían a parar a las arcas estatales y 3,5 a las de la Comunidad de Madrid, ya que este impuesto está cedido al 50% a las autonomías. Pero el gobierno regional también cobra un canon por la cesión de los derechos de explotación de la plaza. Y el 73% de ese canon es imputable al ciclo de mayo y junio. Es decir, otros 1,7 millones. Así que las arcas autonómicas reciben 5,2 millones en sólo un mes de toros. Si a esa cifra le restamos los 2,2 millones que invierte la Comunidad durante todo el año en la fiesta, el saldo positivo es de tres millones.
O sea, la pujanza de San Isidro da para pagar todos los gastos públicos de un año y para generar unos elevados beneficios. No cabe duda de que, en Madrid, la Fiesta es muy rentable y contribuye a reducir el déficit.
Al final, la verdad de las cifras prevalece sobre los rumores. Contra los ataques infundados, datos. Y éstos reflejan que los toros son una industria cultural rentable para todos y ajena a clientelismos.
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