Por Magaly Zapata
Siempre es una buena noticia que Acho abra sus puertas para permitirnos ver toros y será el domingo 2 de febrero, y tanto, porque nos remonta a la esencia, a cuando los limeños veían los toros en pleno verano porque las corridas eran entre febrero y marzo y el ruedo era de 90 metros de grande y en el medio existían los llamados templadores, enormes maderos en círculo que permitían resguardo a los actuantes ante la complicación de llegar a burladeros, parapeto delante de los ‘cuartitos’ que a través de unas rendijas dejaban ver el ruedo desde abajo los tendidos. Añoranzas de una Lima que se fue en días que salimos de celebrar su fundación española y ahí está la importancia de celebrar con toros estos días entre el 30 de enero y 2 de febrero, de mantener la esencia en la tradición de ver los toros en el Acho.
La esencia es la tradición taurina, de la que no pueden apearse en tiempos modernos los ejecutantes de la marinera ni de exhibirse la joya equina peruana en el Acho. Peruanidad liderada por la tradición taurina que amalgama la cultura popular tradicional de la Patria. Perú tiene apellido y es Tradición. Frase que acuñó el ilustre iqueño Mariano Cabrera Ganoza al elevar al altar popular el caballo peruano de paso. Alguna vez la gran limeñista doña Mocha Graña me contó que el gran torero sevillano Juan Belmonte, que marcó un antes y un después en la historia del toreo y nos regaló (y al mundo) la frase “a Lima hay que verla para quererla”, le brindó un toro cuando ella era niña y veía las corridas en esos cuartitos a nivel de ruedo en el Acho. A la sazón Belmonte era amigo de su familia y especialmente de su padre el doctor Pancho Graña a quien Chabuca le cantó que “decía por marineras y curaba por tonderos”.
Y con este gracejo y sabor de nuestro acervo cultural en el sentimiento llegaremos otra vez al Rímac en verano, a transitar imaginariamente el puente, el río y la Alameda, hasta el antiguo barrio de San Lázaro instalado abajo el puente como primer suburbio de la Lima colonial y virreinal que celebra cada 2 de febrero desde 1920 su fundación distrital. Acertadamente la empresa De Vuelta Al Ruedo que capitanea el torero Víctor Hugo Garavito designó esa fecha para la tercera edición del festival taurino de verano con el que además se celebrará a nuestra querida plaza del Acho, la más antigua de América, al cumplir sus 259 años el 30 de enero. Acho abre sus puertas, no faltes.
PAMPLONADA.
Sueltan los astados por las calles para los
mozos corran delante de ellos, como sucede en la ciudad española de Pamplona
durante su Feria de San Fermín. Una suerte de festejo popular taurino que llegó
a las calles del Rímac, tercera edición,
domingo 2 a las 11 am. La inscripción es gratis si quieres participar
(Tel 986 156 668).