Cuarta de abono en Acho
Borja abre la puerta grande y cala en el gusto de Lima
Y sucedió otra vez. Y van tres. Galván, Ponce y ahora Borja Jiménez. Si el éxito de una feria se mide por las veces que el portón se abre para ver salir a un torero en hombros, vale el baremo que además indica el sentir del público. Ellos querían y consiguieron encumbrar al triunfo en su presentación como matador de toros a Borja Jiménez -incluso a pesar de la cicatearía del palco que controla Erick González que no otorgó la segunda del primero- porque cortó una a cada uno de su lote.
Otra de menor calado se llevó Miguel Ángel Perera que debió dejarla al pasear el anillo por las protestas al apéndice que ese mismo palco concedió inexplicablemente en el cuarto porque un ignominioso bajonazo no debe aceptarse y su personal trayectoria en Acho lo impedía. Lamentablemente Alfonso de Lima no tuvo materialmente nada para si quiera optar por un triunfo. Nada le permitió su lote. Esa fue la matización que percibimos del público al caminar y preguntar y oír , percibimos a la gente. Y eso vale. Vale una feria.
Un encierro del hierro español Núñez del Cuvillo -cinco- que anunciado estaba que sería parchado y lo fue con uno de otro español, el de Sancho Dávila, que fue el segundo. Disparejo el encierro en su presentación fue de más a menos en condición.
Y fue el lote de Borja Jiménez el que más oportunidades para el lucimiento ofreció, a tenor del buen juego del primero del hierro titular. Lances a pies juntos al recibirlo de capote y en muleta aceptó la exigencia de llevarlo sometido, primero en doblones de torero inicio con uno del desdén colosal que encendieron al público que llenó tres cuartos el aforo, prosiguió en estructurada faena torera, conciso y macizo, enterado en el pulso para no permitir que ese incómodo cabeceo final del toro tropezara la tela, condujo con torería las embestidas por ambas manos ante un público entregado que jaleaba la faena del sevillano y que luego del espadazo pidió el doble trofeo no concedido. Una oreja paseó.
Intuyo que vinieron a verlo triunfar y así fue que sucedió porque también Acho vibró con su faena la cierra tarde, un astado que se vino a menos y hubo de arrimarse se a las astas, encunarse, cruzado al pitón de afuera para motivar la embestida, y con otro espadazo, que hizo caer pronto al burel motivó que salieran pañuelos y el palco concedió otra oreja que finalmente descerrajó el portón del triunfo. Y es la historia la que dirá que el rubio sevillano, aquel que venía como triunfador de la temporada hispana, llegó a Lima, toreó y triunfó.
Torero de dos escapularios -2004 y 2009- es Miguel Ángel Perera que llegó a esta feria en mérito a de aggiornamento. Toreó con su peculiar manera, estilo seco y manos bajas, exigiendo y sometiendo, cinceló en los medios dos buenas faenas, temple y mando imprimió a su labor, lamentablemente con la mácula del acero. Una pinchó y la otra se le fue a los bajos. División, entre pitos y palmas, es lo que se recordará con pena, unos a favor otros en contra, de la oreja al que hizo cuarto es lo que nos deja de recuerdo.
Y pesa tanto como la desazón de ver salir por su propio andar al peruano Alfonso de Lima, sin premio, sin trofeo en un tarde que se le esperaba en sazón de llegar cuajado y preparado para afrontar el reto, este atenazante desafío de volver a su plaza después de varios años, pero enterado y capaz. Triste resulta que los oponentes opciones no le dieron, una lote que parecía pero resultó que no. Ilusiones al traste para nosotros. Decepción y frustración al torero, el primero se desentendió del pleito y se fue a tablas y encima se orientó, peor fue el otro que enterado buscaba lo que dejaba atrás, no echó Alfonso de Lima la pata atrás sino que se atornilló a la arena para torear pero era un apostar ante el peligro sordo, algunos pedían brevedad porque lo sentían y para otros fue vana, incomprendida labor. Nos quedamos con ganas de ver más y su crédito queda abierto para volver a su plaza. Altibajos de una tarde en la que el público no se fue decepcionado, al contrario festejo y salió contento, matizó y valoró.
Dejar constancia debo para que se enmiende, de la incomodidad en Sol ante las barandas que cortan el flujo de los aficionados para ubicarse en sus tendidos al entrar tanto como el parar el desarrollo de la corrida con un espectáculo de caballos, cada cosa en su momento y ese siempre fue antes de las 3.30 pm. Dicho lo dicho, se extraña la marinero en los tendidos en el quinto, tradición que no debe perderse por antojadas modas.
Nos queda una más de abono, el cartel estrella, el número 1 vuelve a su plaza, Roca Rey, con Castella el triunfador del escapulario 2023 y después de muchos años Manzanares, heredero del arte de su padre, estamos en cuenta regresiva para abrochar nuestra gran temporada de toros limeña.
FICHA. Plaza de toros de Acho. Domingo 10 de noviembre 2024. Cinco toros de Núñez del Cuvillo y uno, segundo, de Sancho Dávila, hierros españoles. Confirmación de Borja Jiménez. Miguel Ángel Perera, silencio y oreja. Alfonso de Lima, palmas y palmas. Borja Jiménez, oreja y oreja.