Por Magaly Zapata
Oreja del tercero y otra del quinto, una perdida quizás en el segundo y otra del sexto por el mal uso del acero a pesar de estar por encima de las condiciones de sus toros, en una tarde sujetada por las banderillas de la terna, compartidas o no, y en la que el sevillano Escribano se fue de vacío. Pero la jornada tuvo matices que debemos reseñar. Nos guste o no.
El día estaba frío pero el ánimo de los parroquianos caliente. Se despedía un torero peruano en su plaza, algo que por ejemplo, a nuestro gran Rafael Gastañeta no se le permitió por cosas de despacho en su momento y fue grato verlo y conversar brevemente en su habitual lugar de Sol.
Pero déjame que te cuente que nada más entrar al coso y ver como es costumbre la pizarra con pesos y orden de lidia encontramos la corrida parchada. Mal asunto. Sólo 3 más uno de sobrero del hierro titular de Juan Manuel Roca Rey, tío del actuante y empresario. Los otros del hierro norteño La Viña imagino que traídos in extremis, con el agravante que no hubo comunicación alguna del cambio, ni las razones, en la pizarra. Mal la autoridad. Por eso y por dar pase a lo que salió por chiqueros. Al analizar la tablilla nos hacía pensar en posibles protestas. Y así sucedió nada más saltar el primero, alto y feo de hechuras, escurrido, vareado y escaso de trapío. La cosa no mejoró hasta el último en cuanto a las protestas ya que fue el mejor hecho y de buena condición en su juego al que se le dio vuelta ruedo, fue de La Viña. Los pupilos de Roca Rey que volvían después de unos años a la primera plaza peruana evidenciaron además poco fondo de casta y por tanto poca fuerza para empujar los trastos. Hasta el quinto todos fueron pitados en el arrastre.
Fernando Roca Rey venía a cerrar una carrera de 17 años doctorado pero muchos más desde becerrista y novillero. Querido en los ruedos de las provincias y ciudades taurinas de nuestro Perú, cómo ya dije, marcó una época importante en nuestra historia. Y se vio que su publico fue al convite a reconocerlo. Se percibió con la ovación tras el paseíllo que compartió con sus alternantes. Pero lamentablemente esas palmas se tornaron en pitos, matracas y broncas por la presentación del ganado. No está bien que en tarde tan señalada, en ninguna, se dé paso a ganado con tan escaso trapío para Acho. Los perjudicados son los actuantes ya que el esfuerzo es vano. Y sin duda que los gritos de 'estafa' fueron resultado de aquella 'gota que derrama el vaso'. En fin, que lo que sujetó la tarde en argumentos fueron las banderillas compartidas y las que no del sexto también. Tanto como la disposición de la terna a estar por encima de las condiciones de su lote.
A Manuel Escribano que abrió la tarde le tocó recibir las peores protestas en su lote, incluido el cuarto bis. No es de recibo hacer pasar tan mal rato a un torero que tiene que torear lo que le echen… Poco que decir del sevillano, y no porque no quisiera, no pudo con el material que tuvo, ni atisbo de opciones de lucimiento. Silenciado en su lote.
Fernando Roca Rey estuvo entregado desde que se abrió de capote con su primero, y aunque protestado el burel no se amilanó. Pudo haber tocado pelo de no fallar con el acero y la historia hubiera sido de foto a hombros en su despedida, pues una cortó en su segundo, lo dejó estar con nobleza y pulseando construyó faena, recetó un espadazo, que siempre fue su punto débil por zurdo, y pudo darse el gusto de irse en triunfo y a paso lento disfrutar su última vuelta al ruedo triunfal en Acho. Importante destacar el momento de las banderillas compartidas con sus banderilleros de toda la vida, Ronald Sánchez y Ricardo Ramos 'Loro', los tres disfrutaron el momento que les quedará como tesoro en el recuerdo. El público con ovaciones los arropó entendiendo su momento.
El torero venezolano Jesús Enrique Colombo está en un gran momento y lo mostró. En su primero cortó oreja con tesón a un toro que duró poco y fue el gran espadazo que recetó con Volapié de libro el fundamento. En el otro, el mejor de la tarde echó mano de su repertorio con capote, banderillas y muleta. Acho se encendió en oles estentóreos, con luces hacia la oscuridad del ruedo, pero era vez la espada le jugó una mala pasada. No se si fueron los terrenos o la suerte en que igualó, aunque usualmente eso no es impedimento, pero esta vez la espada le falló dos veces incluso hubo de descabellar. Y todo quedó en ovacionada vuelta al ruedo cuando hubiera podido irse en volandas.
Esta tarde se anunció la despedida y corte de coleta de Fernando 'Pato' González, banderillero ídolo en Acho en su mejor momento y querido y respetado hoy. Iba a ser en el tercero luego dijeron que antes del sexto. El hecho es que no se dió. Una pena que se maltrate a uno de los de Plata que entregó su vida a la profesión.
En suma, la segunda de abono verificada el domingo 30 de octubre 2022 fue una tarde de pitos y palmas. Nada más taurino que eso. Pero de que las airadas protestas fueron justificadas, lo fueron, porque quien paga merece respeto. El ganadero a presentar como se debe; la
empresa a comprar cómo se debe y la autoridad a dar pase a lo que se debe dar. Así de simples son las cosas. Acho se respeta.
Y para dejar una apostilla, el maestro y gran figura de ayer Juan Antonio Ruiz 'Espartaco' estuvo en el callejón de Acho así como Andrés que voló de México para acompañar a su hermano; y al salir encontré al recordado Pedrito de Portugal… me dijo que quiere volver a pisar este ruedo. Ahí te lo dejo.
TORO A TORO
Primero de Juan Manuel Roca Rey para Escribano de gris perla y oro. Castaño quemado y listón que mete bien la cara en el capote y al que recibe de una larga cambiada que engarza con verónicas a los medios. Banderillas los tres. El toro no se mueve. Brindis a Fernando una tanda buena por derecha donde el toro colaboró y se apaga el sosito. Aseada faena pero no remonta porque el toro está casi agarrado al piso. Le cuesta entrar al trapo y luego salir. Espada en guardia. Otra entera. Pitos al toro en el arrastre. Silencio al diestro.
El segundo de La Viña protestado su trapío. Turno de Fernando Roca Rey de verde y oro, que se agarra en buenas verónicas ante la Gran protesta antes de la pica. Y después también. Escaso trapío para Acho. Vareado en demasía. Una pena que la despedida se empañe de esa manera. De rodillas tras brindar a su madre. Luego en redondo y se emplea el astado pero más profundo cuando baja la mano por naturales dos buenas tandas. Pinchazo hondo. Pitos al toro y silencio.
Hierro de Roca Rey en tercer lugar para Colombo que lo recibe de rodillas tras una Verónica sale suelto. Incorporado lo engancha en la tela y remata con chicuelinas. Se desplaza distraído. Puya baja de Angelo Caro. Cambian. No humilla en el quite por chicuelinas y se queda corto. Banderillas los tres. Palmas. No humilla en muleta, desfondado, no viene metido en muleta dos tandas se empleó a regañadientes luego ya no pudo. Un cañón con el acero. Petición. Oreja.
Porta gayola en el cuarto de La Viña para Escribano. Protestado por el escaso trapío y lo cambia el palco. Sale otro hierro JMRoca Rey Más joven y tercias. Gritos de estafa estafa. No se puede dar paso a una corrida con esta presentación y el que paga tiene razón en protestarla. Banderillas de Escribano entre protestad. Hace de manso. Empieza el trasteo y dobla las manos el astado. Ni fuerza ni casta el manso. Piden que abrevie. Pincha.
El quinto se JMRR el de más bonitas hechuras de la corrida. Escondido muy en su línea originaria no como los anteriores. Se emplea en el capote de Fernando que lo saca entre verónicas y chicuelinas de mano baja a los medios. Puya breve. Quite muy aplaudido. Comparte banderillas con su cuadrilla. Se puso a torear rodilla en tierra y metió en muleta al astado pulseando para alargar su recorrido acompañado de la marinera clásica. Enterró entero el acero y cayó el telón de una vida de torear en activo. Petición y oreja.
El sexto de La Viña fue el mejor presentado y de mejor condición en su lidia. Quitó por zapopinas. Colombo lo entendió y dio espectáculo en banderillas. Brindó a los hermanos Roca Rey y en los medios hincado trasteó la nobleza del burel. Entonada faena a más pero pinchó y luego la dejó ver, descabello. Con luces y en nocturnidad terminó la tarde. Vuelta al ruedo para el diestro.