Los nueve novilleros peruanos que irán al Centro de Alto Rendimiento de Casa Toreros hizo pública una carta en la cual piden a los ganaderos de toros de lidia del país su colaboración para 'ponerse' delante de bravos y llegar preparados al momento en que deberán estar en Jalisco Guadalara México el día 1 de marzo cuando se dará inicio al certamen eliminatorio de los 60 participantes.
En otro país podría parecer insólito, inaudito pero aquí no lo es. Esta carta, que bien hacen los novilleros en ponerla en conocimiento público, desnuda nuestra realidad dramática, en la que el primer nivel de los profesionales del toreo, el sótano de nuestra fiesta ha vivido y vive y es que el sistema no les da sitio y que escasas son las oportunidades que tienen de torear bravos, si acaso poco en becerras mucho menos en machos debido a que son contadas con los dedos de una mano las novilladas.
Si queremos que nombres como AndrésRocaRey y Galdós no sean un hipo en nuestra historia, es perentorio que se abran las puertas de las ganaderías, las plazas y las ferias a las novilladas, a los novilleros y a los becerristas y que los taurinos de comisiones y organizaciones de todo el país piensen -en cuanto la crisis sanitaria permita- en dar ferias y festejos con peruanos del nivel sótano de nuestra fiesta. Dicho está.